lunes, 13 de mayo de 2013

Cross Roads - 11

Capítulo 11: La pregunta no dicha.

— ¡¿Qué tu que?! —Bill se arrojo hacia delante y tapo con brusquedad la boca de Aleia, si, buen momento para contarle que se había acostado con Tom. En medio de la jodida clase de gimnasia, Bill se sintió estúpido al haber elegido ese momento.

— ¿Quieres callarte? No necesito que todos aquí se enteren —ella hizo silencio, sin embargo sus ojos seguían abiertos como platos, Bill oculto una sonrisa, Aleia siempre tan “sencilla” con sus gestos.

—Joder… tu y el ¿Follaron? Quiero decir, un pene y un culo…

—Que si, mierda, tu entiendes el funcionamiento de eso…

—Espera, tu nunca eres el de abajo… ¿No me digas que Tom se dejo follar? —Bill enrojeció violentamente y negó con la cabeza— oh madre… ¿Ya no eres virgen? —Bill volvió a negar sin mirarla— Oh padre… ¡Santa mierda! 

—Cállate.

—Deberías estar feliz, después de todo tu estabas reservando tu culito virgen para Tom, misión cumplida ¿O no? —Bill la miro dubitativo, Aleia estaba radiante por alguna razón, como si Bill fuera su mejor amiga que se había casado recién, y como si ambas estuvieran chismoseando sobre la luna de miel, pues no, esto no era así.

— ¿Quién dice que me estaba reservando para el? Simplemente las cosas pasaron así, Tom no me iba a dejar meterla y yo estaba caliente como el infierno, solo nos desahogamos y ya —Aleia suspiro, el brillo de sus ojos fue desapareciendo, ella engancho sus dedos con los de el, para demostrarle así cuanto lo quería.

—Bill, cariño, deja de fingir que no estas enamorado… puede que hayan pasado dos largos años, pero se que tus sentimientos hacia el nunca cambiaron.

— ¿Cómo demonios puedes saber eso? Mira lo que te dije aquel “día” después de que Tom se fue, bueno eso cambio, ya no me gusta el, solo esta muy bueno, admítelo yo nunca pude resistirme a una buen culo, solo fue sexo.

— ¿Cómo lo se? Pues por que no hubieras salido corriendo detrás de el en la fiesta de Darío si no hubieras estado enamorado… Además no hubieras permitido que el te hiciera su esclavo con la tonta excusa de que le debes la vida, tu no le debes nada a nadie, no importa lo que el diga —exclamo ella exasperada, Bill la miro molesto.

— Yo fui tras el por que quería aclararle un par de cosas, yo no tengo la culpa de que su amigo estuviera loco y tratara de matarme, tu mismo lo viste, iba a abrirme el cuello en mitad de esa asquerosa plaza si tu no sacabas del camino con el auto, Tom impidió que el cumpliera su trabajo al final, así que creo que su punto es muy razonable…

— ¿Pero es que no te das cuenta? —ella le corto algo mas airada al notar como Bill comenzaba a defender al de rastas— cuando tu padre te castigó sin dejarte salir, tu por poco te volviste loco en esos días, estabas insoportable y tu única preocupación era volver con Tom, ¡No lo niegues! Ni siquiera pensaste en que tenías el castigo como excusa perfecta para librarte al fin de ir a limpiar ese maldito almacén.

—Fabrica —la corrigió Bill.

—Bueno lo que sea, mira yo nunca creí decirte esto pero… quizás deberías evitar tener mucha cercanía con Tom… ¿Qué pasara cuando el te rompa el corazón? —Bill suspiro.

—Nada Ale, no me pasara nada, todo seguirá igual.



Un oscuro secreto acechaba a Erick Kaulitz, uno que el había tratado de ocultar durante los últimos 20 años, uno del cual ni se habría acordado de no ser por esa mañana desastrosa…

Como siempre era mas temprano de las ocho de la mañana, el siempre llegaba antes que sus colegas, incluso llegaba antes que Robert Trümper, la cabeza principal de las empresas asociadas, los empleados de menor rango estaban ya todos en sus posiciones haciendo su trabajo, ellos, acostumbrados a ver a su jefe llegando temprano lo saludaron amablemente, se metió a su elegante oficina y tomo asiento tras el carísimo escritorio de caoba, prendió su ordenador y abrió el cajón principal del ya antes mencionado escritorio, al principio revolvió entre los papeles sin darse cuenta de nada, pero poco después un sobre resbalo entre sus dedos, llamando su atención, ya que el no recordaba ningún sobre entre sus cosas.

Lo tomo entre sus manos mirándolo por todos lados, no tenia nada escrito, así que sin mas lo rompió, y tomo la carta que había dentro, estaba claro que había sido hecha por una impresora de un computador, comenzó a leer y mientras mas leía mas pálido se ponía, por que tan solo en diez segundos tuvo que recordar diez años de un horrible pasado que jamás hubiera querido que le alcance, pero nada en esta vida es tan fácil, tuvo que recordar, a partir de ahora su vida seria una pesadilla, la suya y la de su familia.

Estaba en muchísimo peligro, pues si el sujeto había podido entrar y dejar el sobre ahí en su oficina, y nadie lo había visto, nadie había dicho nada, significaba que el sospechoso era alguien que entraba ahí muy a menudo, tenia un espía en su mismo lugar de trabajo, y no sabia quien era, habían unas pocas personas que entraban a su oficina por que necesitaban algún documento, pero también pudo haber sido alguien de limpieza, o algún empleado que nunca entraba a su oficina y solo lo hizo para dejar la carta, habían un millón de posibilidades y el estaba sencillamente en el punto mas peligroso en ese momento.



Bill reviso su celular cuando este emitió un pitido, era otro mensaje, de Vincent que decía que pasaría a recogerlo al día siguiente a su colegio, Bill se había animado a aceptar la invitación, no supo por que motivo, pero extrañaba el ambiente de gente de su… mismo status social por no encontrar otra forma de decirlo, hacia mucho tiempo que no iba a las fiestas que sus amigos organizaban, y con horror descubrió que se había estado acostumbrando a los tragos de baja calidad y la coca cola, además de los cigarrillos baratos, era hora de un poco de su propio ambiente.

— ¡Ale! —llamo una de las porristas— la entrenadora te espera para entrenar…

—Maldición me olvide del entrenamiento ¿Estarás bien Bill? —pregunto ella preocupada hacia su amigo.

—No soy un niño pequeño —dijo Bill enfurruñado.

—Bueno, actúas como uno por lo cual me preocupo… ¿Me pasas a recoger luego de practica?

—Vale, vale adiós —ella se alejo rápidamente y Bill camino sin prisa hacia su auto, algunos estudiantes lo saludaban amablemente tratando de llamar su atención de cualquier forma, el solo contestaba cada saludo con un gesto neutro pero ensayado para parecer seductor al mismo tiempo, y mantener su fachada de super star.

Llego hasta su audi y lo abrió para subirse, recién atardecía, tomándolo totalmente por sorpresa una persona abrió la puerta del acompañante y se metió a su lado, Bill salto asustado, un poco mas y habría salido corriendo del auto como un loco asustado, después de todo habían muchos ladrones que utilizaban esa técnica para robar…

Pero asombrosamente se relajo al ver que solo era Tom, aun que no entendía por que ya que su reacción debería ser exactamente lo contrario, sobre todo después de lo que había pasado la ultima vez que se habían encontrado. No todo termino tan bien después de que Bill le echara a Tom en cara unas cuantas cosas.
—Conduce —fue el seco saludo de Tom, Bill encendió el motor y salio del colegio lo más rápido que pudo, no quería ser visto con Tom, este vestía demasiado extraño, demasiado “callejero” comparado con la ropa mas cara, de ultimo modelo en las tiendas, que solían usar sus amigos.

— ¿Hacia donde? —pregunto Bill una vez salieron del colegio.

—Hoy tengo ganas de emborracharme así que iremos a un hotel —dijo Tom tranquilamente— el que tú decidas.

—No se mucho sobre hoteles —dijo Bill.

—Entonces busca alguno, joder —Tom parecía bastante nervioso por que saco un join de marihuana y comenzó a fumarlo rápidamente, Bill busco algún hotel y no vio ninguno, se alejo de la zona escolar y pronto un alto edificio con el nombre “Diplomat” los recibió, Bill entro al lugar donde le indicaron, era un espacioso estacionamiento, ambos se bajaron, Tom con sus manos en los bolsillos y oliendo a hierba.

—Una habitación —dijo Tom simplemente extendiendo una tarjeta de crédito, Bill se sorprendió ¿Acaso la habría robado? Se encogió de hombros y siguió a Tom, unos niños pasaron corriendo mientras su madre les gritaba que dejaran de hacer el tonto, subieron por el ascensor y entraron a la habitación 305.

— ¿Y ahora que? —pregunto Bill sentándose en la cama, esta era suave y cómoda, había un enorme televisor a uno de los costados.

—Pide un vino, o cualquier cosa que tenga alcohol —dijo Tom encerrándose en el baño, Bill se encogió de hombros y pidió un vino, ¿Por qué Tom lo habría traído a este lugar? ¿Quería repetir…? 

Bueno, Bill no se lo permitiría esta vez, no después de lo de la prostituta. Pronto trajeron la botella y dos copas, Bill dejo todo dentro y espero, minutos después Tom salio del baño con la cara húmeda, se notaba que se había mojado el rostro y el cuello con agua fría pues su piel se había puesto de gallina, Tom sirvió rápidamente en las dos copas y se bebió la suya de un tirón, Bill solo bebió un sorbo, Tom volvió a llenar su copa pero no dijo nada, aun que esta vez bebió mas lento.



— ¿Dónde esta Bill? —pregunto Erick ni bien llego a su casa.

—Aun no regresa del colegio —dijo su esposa que tomaba una copa sentada elegantemente en el sillón.

— ¿Podrías llamarlo? necesito hablar con el es urgente, dile que regrese ya —ella tomo el teléfono y marco el numero de su hijo, nadie contesto, marco de nuevo y esta vez le colgaron, frustrada colgó el teléfono, espero algunos minutos mientras se acababa su copa.

— ¿Ya lo llamaste? —pregunto su marido luciendo muy ansioso, ella asintió con la cabeza dejando a un lado su vaso vació.

—No me contesto, tratare de nuevo —cuando llamo el teléfono estaba apagado, enojada con su hijo colgó el teléfono y resoplo— el muy… apago su teléfono.

— ¿Qué?

—Primero no me contesto, luego me colgó y ahora el teléfono esta apagado, supongo que no quiere ser encontrado…

—Eso no es posible, debió haberle pasado algo —dijo el hombre asustado, mas pálido que nunca, ella noto que temblaba, entre sus manos había un papal  arrugado.

—No es la primera vez que Bill nos apaga el celular, sabes que es parte de su caprichosa personalidad ¿Por qué te pones así? ¿Qué es eso que tienes en la mano? —señalo ella.

—Ah no es… solo, algo de la oficina, escucha, es muy importante encontrar a Bill, dile a Saki que vaya a buscarlo al colegio, seguro se quedo esperando a Aleia —dijo Erick saliendo a toda prisa de la sala para correr a encerrarse en su despacho ¿Lo tendrían? ¿Esos malditos bastardos tendrían a su hijo? Si así fuera el rezaba para que lo mantuvieran con vida, Dios mío, pensó, que no dañen a mi hijo.



Su teléfono vibro por tercera vez, cuando vio el identificador “casa” tomo la decisión de apagarlo, no quería volver a casa, no quería que lo siguieran molestando, tenia dieciocho años por favor, el sabia lo que hacia o no hacia.

Además después del vino, el fernet y el vodka estaba algo ebrio, al parecer Tom también, ya que hablaba sin parar…

—…realmente odio cuando esos tipos se aparecen así como así, es ridículo, no tienen modales, como si fueran dueños de la maldita calle, si quieres comprar mi mierda preséntate como es debido puto de mierda, esto no es un negocio local a la vuelta de la esquina, esto es algo serio, hijos de perra… —decía Tom molesto, recordando a esos sujetos que se habían atrevido a ir a buscarlo sin previa cita para comprar drogas, se acabo el vaso de vodka de un solo trago, ya no había mas, Tom lo dejo a un lado y se dejo caer en la cama— extrañamente estas muy callado.

—Y tu demasiado hablador —dijo Bill trabándose tremendamente con las palabras, se acabo su propio vodka y se tumbo en la cama, estaba totalmente adormecido así que comenzó a reír.

— ¿Realmente estas tan borracho? —pregunto Tom con una matiz de diversión en su voz.

—Oh si, estoy ebrio, tendrás que conducir… espera, tu estas peor… olvídalo —Bill se cubrió la cara con el antebrazo— ¿Por qué estabas tan nervioso? —pregunto Bill mas desinhibido gracias al alcohol.

—Es por que… tenia que hacerte una pregunta —comento Tom con algo de duda en la voz, Tom no solía dudar nunca, solo iba y hacia lo que se le daba la gana, verlo tan indeciso sobre algo, lo hacia ver mas humano de algún modo…

— ¿Solo eso? ¿Por qué no solo preguntas y ya? —le animo con un pequeño golpecito.

—Por que es una estupidez ahora que lo pienso, tan solo olvídalo —Tom saco mas marihuana y cargo una pipa, le dio la primera calada antes de pasársela, Bill agarro el objeto llevándolo sensualmente a sus labios, fumo con tranquilidad aun que en la primera calada sintió arder su garganta.

—De acuerdo… joder esa mierda es buena —dijo sintiendo al instante los efectos de la hierba.

—Si lo es, estoy bastante “contento” —dijo Tom riendo, Bill se sentó y se tambaleo en dirección al baño— ¿Vas a vomitar? —le molesto el de rastas.

—Realmente no lo se —dijo Bill desde el baño— tal vez…

—Asqueroso —mascullo Tom encendiendo la tele después de un rato Bill regreso con la cara y el pelo mojados, y luciendo menos mareado— ¿Ya?

—No paso nada, solo quería refrescarme, no debimos mezclar tantas cosas distintas —mascullo Bill caminando hacia la cama donde Tom estaba sentado observando la tele, sin darse cuenta Bill piso uno de los zapatos de Tom y tropezó hacia delante, unos brazos lo sujetaron con fuerza, de todas formas no se habría hecho daño cayendo a la cama pero Tom lo había sujetado para que no cayera sobre EL precisamente.

— ¡Joder! ten cuidado, casi me golpeas las bolas —señalo Tom su entre pierna, la rodilla de Bill estaba a centímetros del amiguito de Tom, apoyada sobre la cama un poco mas adelante y lo hubiera aplastado, auch, Tom lucia algo pálido y asustado al ver a su orgullo tan cerca de ser lastimado, Bill quiso reírse pero no lo hizo por que de repente se dio cuenta de lo cerca que estaban uno del otro, con Bill sobre el y con Tom sujetándole los brazos para estabilizarlo, en esa posición sus caras quedaban tan cerca.

—Lo siento —dijo Bill observando sus labios, estaban tan accesibles y nunca los había probado ¿Pero quienes si lo habían hecho? ¿Quizás Tom había permitido a esa prostituta besarlo en la intimidad de la cama? Pero si sabia con certeza de alguien que los había probado, por que el lo había visto en primera fila, Jessica, ella sabia lo que se sentía besar esos perfectos labios y juguetear con ese piercing… y el se sentía tan malditamente celoso de eso, no podía evitarlo por mas que quisiera, suavemente se fue acercando hacia Tom.

—Hey ¿Que crees que haces? —dijo Tom deteniéndolo.

—Nada —dijo Bill sonriendo inocentemente de lado, antes de adelantarse bruscamente hacia delante y juntar sus labios con los de Tom, sintió como este trataba de empujarlo, pero Bill se aferro a su cuello con sus largos brazos, y no se dejo empujar, debido al alcohol ambos perdieron el equilibrio y cayeron hacia atrás provocando que se separaran por breves instantes, pues Bill rápidamente volvió a atrapar sus labios con firmeza, aprovechando de la embriaguez del otro lo aplasto contra la cama, Tom se mantuvo tenso todo el tiempo, al menos casi todo el tiempo ya que en el ultimo momento se relajo y dejo que Bill disfrutara de su boca, pero quizás solamente lo hizo para despistarlo, pues ni bien bajo la guardia Tom aprovecho para empujarlo fuertemente a un costado.

— ¡¿Qué demonios estas…?! —Tom se tocaba los labios, incrédulo, tenía las mejillas rosas— te dije nada de besos…

—Lo siento —dijo Bill encogiéndose de hombros— estoy algo ebrio —se excuso casi inútilmente, una excusa que ni el mismo deseaba dar, a el le gustaría gritarle a Tom en la cara que lo había besado por que en realidad había querido hacerlo, simplemente por que lo amaba.

— ¿Bill tu…? —comenzó a preguntar el de rastas, pero entonces solo se mantuvo en silencio, como si no tuviera el valor de acabar de formular su pregunta.

— ¿Qué? ¿Qué me ibas a preguntar? —dijo Bill caminando de rodillas sobre la cama, hasta quedar muy cerca de Tom— quiero besarte —agrego inclinándose nuevamente sobre Tom que se mantenía recostado, todo el tronco de Bill se inclino hasta que su pelo rubio toco la cara del pelinegro, ambos estaban bastante ebrios y no eran muy conscientes de sus actos.

—Olvídalo —dijo Tom en un susurro, tratando de quitarle importancia, Bill inevitablemente volvía a acercarse a sus labios, esta vez Bill descubrió con asombro que Tom se dejo hacer aun que no respondió el beso, el solo aprovecho esa oportunidad y beso a Tom con todo lo que tenia aun que este no le estuviera respondiendo, eso no le importaba en ese momento, el sabor de la boca de Tom lo estaba volviendo loco, sentir su lengua junto a la suya frotándose, repentinamente Tom alzo sus manos para apoyarlas sobre sus hombros, Bill no se lo esperaba así que fácilmente Tom lo empujo volteándolo, inmediatamente fue el de rastas quien quedo sobre su cuerpo, aplastándolo contra el mullido colchón, Bill sintió la caliente barra que formaba el pene de Tom clavándose en su cadera, aun entre las capas de ropa Bill podía sentir el calor que el miembro irradiaba sobre su piel, repentinamente la boca de Tom reclamo sus labios, obligándolo a abrir la boca con su lengua que lo profanaba sin piedad, Bill gimió tan fuerte dentro del beso, era tan placentero que estaba acaparando todos sus sentidos,  sus brazos envolvieron a Tom posesivamente mientras disfrutaba de su repentino  cambio de opinión en cuanto a los besos entre hombres, para ser la primera vez que Tom se besaba con otro chico lo estaba haciendo de puta madre, Bill estaba casi inconsciente y estaba mas que encantado con el beso.

Cuando se separaron en busca de aire Bill no perdió el tiempo y sus manos comenzaron a jalar de la camiseta de Tom, este dejo que se la quitara, Bill jamás se cansaría de observar sus músculos bien tonificados, amaba el hecho de que eran perfectos, ni muy pequeños mi muy grandes, solamente perfectos.
Tom comenzó a desabrochar su cinturón y se detuvo a observar a Bill, este levanto las manos de Tom y el mismo desabrocho los jeans deslavados que traía sobre sus piernas, la prenda resbalo hasta sus rodillas, Bill tuvo que alzarse para que Tom pudiera quitarse su camiseta, Bill desabrocho sus propios jeans rápidamente y los jalo hacia abajo junto a su ropa interior, no tenia vergüenza de que Tom lo viese, quería exhibirse, quería mostrarle lo caliente que podía ser entre ellos, sin importar que ambos fueran hombres. Vio la vista del pelinegro centrarse en su polla, la entrepierna de Bill era de un color de piel bastante claro dejando ver las venas por debajo la piel, y tenia la punta de un color rosado que enrojecía violentamente a cada instante.
Tom llevo su mano hacia el pene de Bill como tanteando el terreno, Bill trato de no reírse, solo espero que Tom fuese a su propio ritmo, lo vio tomarla con su mano y jalarla un par de veces, un fuerte placer recorrió su espalda, se arqueo y gimió bajito, cuando volvió a mirarlo se encontró con los ojos de Tom sobre los suyos, mientras este lo acariciaba suavemente, Bill se pregunto que estaría pensando Tom, ¿Le estaría gustando todo eso? ¿Quizás tocar tan de frente la polla de otro hombre lo haría retroceder? Tom ya lo había masturbado antes, pero cuando se lo estaba follando de cuatro, mas centrado en su polla apretada por el culo de Bill que en su mano masturbando otra polla, así que eso no contaba mucho; esto era diferente, Tom lo estaba acariciando totalmente centrado en eso, además de que sus ojos estaban observando todo el espectáculo gay de primera fila.

Todo eso junto ¿No seria demasiado para el? Bill cerró levemente sus piernas mordiéndose los labios.
— ¿Qué sucede? ¿Te lastime? —pregunto Tom deteniéndose, Bill a veces no podía creer que ese Tom fuera el mismo Tom que vendía drogas en la calle, simplemente era tan cuidadoso a veces que lo desconcertaba.

—No, es solo que… no tienes que hacerlo si no quieres —mascullo Bill algo ruborizado sus manos bajaban para cubrir su pene, Tom las aparto de un golpe.

—Entonces házmelo tu a mi también, para que parezca que yo me lo estoy haciendo a mi mismo —dijo Tom pateando sus pantalones y su ropa interior a un costado, se puso sobre Bill presionando su polla contra la de Bill, la de Tom era al menos un centímetro mas larga, y su color era mas dorado no tan blanco como el de Bill, pero ambas estaban duras y tenían una gotita húmeda en las puntas, y cuando Bill las vio juntas, la de Tom apoyada sobre la suya, tuvo que pensar en algo realmente feo para evitar correrse con la visión.

Bill llevo sus manos hacia ambas pollas y la de Tom las cubrió, Bill realmente no podía seguir viendo eso o inevitablemente se correría, busco los ojos de Tom, pidiéndole silenciosamente algo que inmediatamente le fue concedido, Tom se inclino hacia su rostro y capturo sus labios, mordió suavemente el inferior y sus alientos se fundieron, sus jadeos eran aspirados por el otro mientras su lenguas se fundían en una ardiente batalla, Bill gimió cuando el liquido que emanaban ambos fue suficiente para lubricarlos, y que las caricias fueran mas placenteras, un ronco gemido de Tom invadió su boca.

—Quiero… entrar —casi gruño este besándolo, ambos tenían los labios hinchados pero no podían detenerse.

—Hazlo —pidió Bill lastimeramente, su mano empujo a la de Tom mas abajo, su mojado dedo acaricio sus testículos y luego bajo hacia su entrada, Bill rodó los ojos antes de cerrarlos y arqueo la espalda.

—Joder Bill, eres tan caliente —le susurro Tom metiendo su dedo lentamente girándolo y hundiéndolo hasta el fondo, Bill sintió la molestia inmediatamente pero la ignoro mientras sus manos seguían masturbándolos a ambos, Tom besaba suavemente sus hombros y su cuello, relajándolo mientras metía otro dedo, Bill suspiro, eso era casi irreal, era muy diferente a tener sexo, al menos el lo sentía mucho mas intimo que tener sexo, era casi, casi, como hacer el amor.

Tom saco sus dedos y escupió sobre ellos, pronto Bill tuvo tres dedos incrustados dentro, uno de ellos llegaba a tocar su próstata ocasionalmente, lo que era suficiente para tenerlo derretido sobre las sabanas.

—Ya —gimió Bill girando su cabeza de un lado a otro, podía sentir su cabello haciéndole cosquillas en la cara por moverse tanto sobre las sabanas, nunca se había sentido tan listo para recibir a Tom como en ese momento, hasta que una pregunta acabo con parte de la magia que se había creado en esa habitación de hotel:

— ¿Tienes condones? —pregunto el de rastas sin dejar de acariciarlo, Bill sintió como una piedra se instalaba en su estomago.

—No… por favor dime que tu si traes —después de todo estaban en un hotel, no en un motel dudaba que hubieran condones, ¿O si? El no iba a preguntar se negaba a pasar esa vergüenza.

—La verdad es que no —Tom no dejaba de atormentarlo con sus dedos, Bill no podía parar ahora, realmente no podía.

—Yo nunca he follado sin condón… así que estoy limpio —le dijo Bill mirándolo con decisión a los ojos, podía sentir que aun estaba borracho, pero aun así era mucho mas consciente de las cosas, no podía parar ahora que era consciente de eso en especial.

— ¿Confías en mi para que te penetre sin condón? —pregunto Tom ligeramente sorprendido, Bill suspiro, ¿Tom tendría alguna enfermedad? Después de todo… el follaba con las prostitutas de los barrios, quiso decirle que olvidaran todo eso pero, lo quería tanto en ese momento… así que hizo a un lado sus temores— tampoco he follado sin condón, jamás —agrego Tom.

—Entonces hazlo —dijo Bill decidiéndose, ahora no le importaba, si luego tenia que afrontar las consecuencias lo haría pero en ese momento simplemente no quería pensar. Abrió sus piernas incitadoramente, los dedos de Tom entraron mas adentro cuando las piernas de Bill fueron jaladas hacia atrás, Bill lo observo escupir en su mano y masajear su propio miembro, su trasero consintió la pérdida de los dedos, pero se tranquilizo, pronto tendría a Tom adentro, eso era mucho mejor que sus dedos.

— ¿Listo? —pregunto Tom posicionando la punta de su desnuda polla en su entrada, Bill asintió abrazándose a su cuello, cuando sus cuerpos estuvieron juntos sintió la polla de Tom entrar unos centímetros en su orificio, engancho sus piernas alrededor de la cintura de Tom, aguardando el embate, que nunca llego, Tom entraba lentamente tratando de no apresurarse, le lastimaba pero no tanto como cuando Tom había entrado de golpe la ultima vez que habían follado, los labios de Tom atraparon su pezón distrayéndolo del dolor, Bill se arqueo ofreciéndole su pecho, los dientes de Tom lo mordieron provocándole dolor, pero un dolor suave que solo hizo incrementar su placer, su liquido mojo su vientre al sentir a Tom al fin completamente dentro, se quedaron quietos solo besándose con calma, Tom se alejo de sus labios.

—No pienses ahora —le dijo Bill acariciando su mejilla— muévete y no pienses en nada —dijo suspirando mientras Tom comenzaba a moverse, Tom se acomodo en su cuello dejando suaves besos y mordidas mientras sus embestidas aumentaban de velocidad, Bill gimió cuando sintió el placer subir por su columna —mas… —jadeo Bill casi sin voz, Tom mordió fuertemente su cuello sacándole un desesperado gemido, Tom levanto sus caderas hacia arriba, apoyándolo sobre sus piernas, el nuevo ángulo hizo que Bill gritara, Tom atrapo su boca tragándose sus gemidos, Bill no iba a aguantar mucho mas, enterró sus uñas en los hombros de Tom y se corrió, Tom seguía penetrándolo lo que hizo que su orgasmo se intensificara, Bill sintió asombrosamente como su polla soltaba dos chorros mas como si no acabara de descargarse, dos embestidas después Tom se apretó tanto contra el que lo dejo sin aire en los pulmones, Bill podía sentir cada latido que daba la verga de Tom al descargarse dentro de el, sus músculos se relajaron lentamente, Tom hizo el ademán de salirse pero Bill lo detuvo con sus piernas.

— ¿Qué? —pregunto Tom aun algo agitado, Bill lo atrajo y beso castamente sus labios por un momento, luego lo dejo ir.

—Me duelen las piernas —comento cuando Tom dejo que las bajara a la cama— entre otras cosas… —agrego con una sonrisa.

— ¿Qué esperabas? Después de todo acabas de acostarte conmigo —dijo Tom abrazándolo, Bill sintió como casi de inmediato se dormía, era mas que obvio que los orgasmos le provocaban a Tom un profundo sueño, minutos después Bill escuchaba la tranquila respiración de Tom, el de rastas se removió entre sueños, Bill sonrió cuando lo sintió acomodarse casi encima de el, ¿Queria aplastarlo o que? Poco a poco el alcohol y el cansancio hicieron su esfuerzo y Bill se quedo dormido.



—Aleia —Erick vio a la chica sentada en una de las bancas del colegio— ¿Qué haces sola a esta hora?
—Señor Kaulitz —dijo ella sorprendida detrás de Erick iba Saki mirando a todos lados como si algo pudiera atacarlos en cualquier momento, Aleia sintió que no debía delatar a su amigo— solo estaba… esperando a papá —mintió ella sonriendo a medias.

— ¿No has visto a Bill? —preguntó el hombre nervioso— apago su celular —agrego, ella lo sabia, después de todo cuando Bill se había atrasado para ir a buscarla al colegio, ella lo había llamado al celular que efectivamente estaba apagado, ¿Dónde demonios estaría?

—Lo vi por ultima vez en la salida, quizás tenia cosas que hacer… cosas del colegio —mintió ella tratando de ayudar a su amigo, no quería que su padre lo riñera por lo que sea que Bill estuviera haciendo, ¿Cómo se le ocurría desaparecer así? Aun que sea si le hubiera dicho a donde iba ella habría podido cubrirle las espaldas con su padre.

— ¿Estas segura de que no sabes donde esta? Esto es muy urgente, Aleia —le insistió el hombre, ella noto cuan nervioso se veía, incluso parecía un poco paranoico.

—No lo se señor Kaulitz, ¿Qué sucede? ¿Paso algo? —pregunto ella confusa.

—No… tengo que hablar con mi hijo eso es todo, si lo ves por favor avísale o si es que te llama, realmente es urgente, y vete a tu casa es peligroso quedarse hasta tarde —dijo por ultimo antes de irse.

—Claro señor Kaulitz —se despidió ella haciendo como que se marchaba a su casa ¿Dónde demonios estaba Bill?



Cuando abrió sus ojos estaba bastante oscuro, Bill encendió su celular y este inmediatamente comenzó a llenarse de mensajes, Bill no les hizo caso, se fijo en la hora, y se puso pálido, eran más de las once de la noche, su padre iba a matarlo, estaba en problemas.

—Tom, levántate me tengo que ir —a duras penas se quito a Tom de encima, aun seguía algo borracho, pero sentía que ya podía conducir decentemente al menos, se puso de pie e inmediatamente comenzó a sentir como un tibio liquido chorreaba por entre sus piernas, Bill maldijo, joder era tan sucio hacerlo sin condón, ¿Por qué demonios había tanto semen de todas formas? ¿Qué era Ton un caballo o algo parecido? Bill se dirigió rápidamente al baño para asearse, a cada paso que daba mas liquido salía de su entrada, encendió la ducha y comenzó a jabonarse.

— ¿Qué demonios estas haciendo? —escucho preguntar a Tom quien estaba parado en la puerta del baño con su desaliñada apariencia de recién levantado, rascándose la cara y bostezando.

—Son las once, creo que cuando llegue a casa mi padre cortara mis bolas y me las pondrá como cascabel en el cuello.

—Vamos, no seas dramático —Tom se metió a su lado en la ducha y comenzó a restregarse con el jabón.
—Apague mi celular por que me llamaban de casa, prácticamente me escape para estar aquí contigo, mi padre definitivamente va a matarme —dijo Bill acabando de ducharse, Tom lo agarro por la cintura y lo pego a la pared— ¿Qué?

— ¿No hay segunda ronda? —pregunto Tom besando su cuello, Bill bufo.

—Con gusto —mascullo en voz bajita— pero tengo que irme a casa antes de que mi padre se vuelva loco— su celular comenzó a sonar— ¿Lo vez? Ya me están buscando— Tom soltó una risita.

—Si el tamaño de mi pene es demasiado para ti solo tienes que decírmelo, no pongas excusas, solo di “Tomi tu pene es muy grande y lastima mi culito apretado” —le molesto Tom al oído mordiéndoselo, Bill sintió como su hombría se erguía ante las atenciones que Tom le estaba dando a la zona de su cuello.

—Eres un estúpido —dijo Bill rindiéndose ante el ataque, se abrazo al cuello de Tom y este devoro sus labios, el agua caía sobre ellos, empapándolos, Bill comenzó a restregarse contra Tom, quien lo empotro con la pared y le obligo a abrir sus piernas, ambos penes juntos, Tom los sujeto y comenzó a masturbarlos rápidamente, pronto tuvo a Bill gimiendo como loco, Tom se inclino hacia delante, hundiendo su rostro en el cuello de Bill, memorizando su olor tanto como pudiera, el orgasmo estaba muy cerca, podía sentir a Tom que también temblaba, ambos estaban por llegar, Bill se dejo ir al mismo tiempo que Tom.

Bil grito su orgasmo mientras que Tom mordía su cuello para acallar el suyo, y a Bill le pareció correcto, quizás estaba enloqueciendo pero estaba esperando esa mordida en su cuello.

— ¿Bill tu…? —volvió a susurrar Tom, Bill deseaba que continuara, pero Tom no lo hizo— olvídalo.
¿Qué era lo que le quería preguntar? ¿Qué era eso que Tom no se atrevía a mencionar?


Bill estaciono en el garaje de su casa y trato de escabullirse hacia su habitación, tarea imposible desde un principio.

— ¡Bill! —chillo su madre al verlo caminar de puntitas hacia las escaleras, ella usualmente ya estaba dormida a esa hora, así que ¿Por qué justo ese maldito día tenia que estar despierta?

—Hola… mamá.

—Nada de “hola” ¿Dónde estabas? ¿Sabes que tu padre esta volviéndose loco buscándote? —ella marco con el teléfono de la casa— ¿Hola Cariño? Si el ya esta aquí, de acuerdo, te espero.

— ¿Papá salio a buscarme? —pregunto Bill incrédulo.

— ¿Qué tiene de raro? ¡Son las doce de la noche! ¿Sabes a que hora sales del colegio? A las seis, ¿Dónde demonios estuviste durante seis horas? ¡Al menos podrías haberme contestado el teléfono! —Bill evito automáticamente la imagen mental de el y Tom teniendo sexo, o de la corrida en la ducha, no necesitaba una erección en frente de su progenitora, mucho menos cuando su culo estaba metido en tantos problemas.

—Mamá no es la primera vez que soy de salida sin permiso de ustedes, tampoco es la primera vez que les apago el celular, tengo dieciocho años, no soy un pequeño niño, antes no me decían nada si llegaba tarde, ahora lo están tomando muy enserio ¿Por qué tanto alboroto? 

—Bill estas diciendo mentiras, nosotros siempre nos hemos preocupado por tu bienestar —dijo ella molesta, aun que también ella se daba cuenta de que últimamente Erick estaba mucho mas sobre protector que de costumbre, de pronto un olor le llego a su nariz— ¿Has estado bebiendo? —dijo ella frunciendo el ceño.

—Mamá, de nuevo soy mayor de edad…

— ¡Nadie en la sociedad puede conducir un auto en estado de ebriedad! ¡Ni tú ni nadie! Podrías haber chocado, Dios mío cuando tu padre se entere de esto…

— ¿Qué me tengo que enterar? —Erick estaba parado a un costado de la cocina nadie le había oído llegar— ¿Qué mi hijo conduce bajo los efectos de la droga y el alcohol? ¡Poniendo en riesgo su vida!
—Papá por favor, tome solo un poco.

—No mientas, el olor del alcohol es tan fuerte que puedo sentirlo desde aquí, apesta, y tienes los ojos rojos, yo no nací ayer Bill.

— ¡Bueno esta bien! Pude haberme chocado y haberme muerto y todo eso, pero nada pasó ¿De acuerdo? Estoy bien, si nada pasó entonces ¿Por qué hacer tanto lío? —dijo Bill molesto, sus padres estaban poniéndose realmente pesados pesados.

— ¡¿Tanto lío?! ¿Crees que perder la vida es un chiste? Si no aprendes a cuidar de ti mismo tendrás que aprender a depender de otros, Saki velara por tu seguridad a partir de ahora.

— ¿Qué? —rugió Bill— ¡No me puedes poner niñera otra vez! ¡No te lo permito!

—Tú no dices que se hace y que no se hace en esta casa Bill, son mis órdenes, y no iras ni a la esquina sin seguridad personal, y nada de lo que salga de tu boca me hará cambiar de opinión, ahora puedes retirarte a tu habitación. 

— ¡Esto es injusto! ¡Te vas a arrepentir! —amenazo Bill saliendo como una tromba de ahí, el portazo no se hizo esperar, Erick no se asombro de la reacción de su hijo, y el estaba usando una excusa para castigarlo, para ponerlo al cuidado de Saki, nadie debía encontrar a su hijo, estaba seguro que lo usarían en su contra, tenia que protegerlo aun a costa de su cariño.


 
Cuando vi esta imagen supe que tenia que ponerla, es que simplemente encaja tan perfectamente con este capitulo Aliss es una diosa, le quedo genial la manip.