sábado, 9 de febrero de 2013

Cross Roads - 08

Capítulo 8: Actuar sin pensar.

Tom no podía quitar sus ojos de Bill, siempre que estaba cerca Tom lo estaba mirando, no sabia que de interesante tenia la figura del chico rubio teñido mientras limpiaba el lugar, con una cara de total hastío, Tom se mintió a si mismo diciendo que lo miraba para regocijarse en su sufrimiento, pero seria un maldito mentiroso si lo hiciera, por que la mayoría de las veces solo miraba su rostro, ya se sabia de memoria las líneas que formaba su piel cuando ponía esa cara de hastío.

No podía creer que de repente el no verlo limpiando durante horas el almacén lo inquietaba demasiado, Bill no se había aparecido en cuatro días, Tom sin embargo no perdió rastro del chico en ese largo tiempo, salía de su colegio para ir volando con la moto de Don hacia el colegio del desgraciado, este era el tercer día que Tom tenía que arrastrar su trasero hasta el colegio de Bill ¿Y para que? Solo para observarlo de lejos, ese maldito guardaespaldas con aspecto de refrigerador andante no se separaba de Bill, ¿Es que acaso el chico se habría asustado por lo que Tom le había hecho aquella noche? Tal vez Tom se había pasado un poco pero… Le molestaba tanto que Bill pudiera sacar su peor lado solo diciendo unas simples palabras, y la culpa lo carcomía cada vez que recordaba la mejor mamada de su vida, y que había sido con un jodido chico.

Tom no iba a dejar que ese infeliz bastardo se saliera con la suya, ¿Qué pensaba que Tom se iba a asustar por la seguridad extra? Sonrió de lado, eso era ridículo.

Ahí estaba Bill, solo, sin ninguna limosina a la vista, Tom lo vio mirar nerviosamente en todas direcciones antes de precipitarse lejos, chocando con un tipo en el proceso, Tom soltó un bufido, Bill era tan jodidamente obvio, ¿Pensaba que actuando de esa forma llamaba menos la atención? ¡No! Ser sigiloso solo logra llamar más la atención, siempre, pero… ¿Cómo podría saber eso un niño de la buena vida? Esas pequeñas pautas solo las sabían la gente de la calle.

Tom sintió un horrible malestar en el estomago cuando Bill comenzó a coquetearle al desconocido ¿Qué al muy prostituto no le bastaba restregarse con ese imbécil de Andreas todos los días? Un auto se estacionó cerca, Tom reconoció a la madre de Bill descendiendo del mismo, la mujer no había envejecido nada en estos dos años, seguía igual ¿Cuánto botox se pondría en la cara para lograr verse así? Encendió su moto dispuesto a perseguir al auto que llevaba a sus dos ocupantes charlando animadamente, al parecer tendría que recordarle a Bill que le había prohibido disfrutar de su culo hasta que le diera la gana de dejarlo libre de nuevo.

Quizás eso nunca sucediera, Tom se había acostumbrado a la fastidiosa y cargosa presencia de ese chico, ni el mismo sabia como jodidos podía suceder algo así, Tom no se sorprendió de entrar a una zona llena de casas exuberantes y elegantes, unos mas que otros, la gente amaba superarse para ver quien era el mas exagerado con sus viviendas, bueno todos se habían esmerado en ello, Tom apagó la moto y se escabulló como un gato entre las paredes, para ver donde entraría el auto con Bill, vio una verja blanca abriéndose automáticamente para que el auto pasara adentro, la casa de Bill era enorme, el jardín delantero era una jodida obra de arte, tenia mas estilo que su propia casa aun que esta era mas grande que la de Bill, incluso tenia canchas de distintos deportes que su padre había hecho poner para él cuando era niño.
Bien, ya sabía a donde tenía que venir mas tarde.





—El perímetro esta limpio Gaebs, ¿Ves algo en las cámaras?

—No Nathan, nada, a veces pienso que el señor Kaulitz esta traumatizado, se que es millonario pero ¿A que le tiene tanto miedo? —escuchó Tom la voz a través del intercomunicador de aquel sujeto, todos esos guardias de seguridad eran iguales como un mismo patrón repetitivo, eran las dos de la mañana, y el estaba tratando de burlar a los guardas de seguridad que cuidaban la casa de Bill, el sabia perfectamente como funcionaban esas cosas, en su propia casa utilizaban el mismo sistema, y el fácilmente podía burlarlo.

Corrió a través del césped prolijamente recortado y rodeó el extenso jardín, en el patio trasero había una enorme piscina con hidromasaje, pudo ver a dos mujeres con sus trajes de baño tomando algo en copas elegantes, reconoció a una como la madre de Bill, el ruido de las burbujas amortiguaría sus pasos, arrastrándose sigilosamente se escabullo por el vestíbulo trasero y entró al lugar, la sala estaba estratégicamente ubicada para hacer caber al menos treinta personas y aun así lucir elegante, todo estaba oscuro con las luces apagadas, las únicas luces eran las de la piscina, Tom subió las escaleras centrales del lugar hasta el segundo piso, habían un montón jodido de cuartos, Tom camino rápidamente buscando algo que lo distinguiera de los demás, el cuarto de Bill, ¿Dónde…? ¡Aja! Una de las puertas tenia una pegantina de una mano enseñando el dedo medio, y un letrero que decía “prohibida la entrada al personal no autorizado bitches” Tom soltó una risita, solo podía ser Bill…

Camino rápidamente hasta la puerta y la abrió, quizás era demasiada suerte que esta estuviera abierta y sin seguro, el de rastas entró en silencio para no despertar al chico, Tom casi se cae de espaldas cuando lo encontró despierto, desnudo, acostado de espaldas sobre su cama con una laptop a su lado y masturbándose, Tom se congelo observando el duro eje de Bill, estaba brillante, quizás por algún lubricante… estaba resbaloso hacia un sonido húmedo cada vez que Bill lo masajeaba con sus manos totalmente ajeno a su presencia, Tom no supo en que momento obtuvo una erección tan dura como un jodido ladrillo, avanzo cerrando suavemente la puerta detrás de si mismo y casi maldijo a todos los ancestros cuando piso algo de plástico en el piso haciendo un fuerte ruido de “!Crac!” Bill se tenso y se cubrió con la sabana a la velocidad de la luz, Tom encontró sus ojos abiertos y asustados como un venado a punto de ser atropellado por un camión.

— ¿Q-que demonios haces aquí? —balbuceo el teñido asombrado de verlo, como si estuviera viendo un fantasma, o como si todo aquello fuera una broma pesada, Tom pensaba que su mandíbula estaba a punto de salirse de su lugar y caer al piso.

— Vine a partirte la cara por escapar de mí… No esperaba interrumpirte en plena sesión de… “jalarle a la serpiente”, lo siento la vida es así —dijo Tom encogiéndose de hombros con burla.

— ¡No! ¡Espera! ¡Yo no escape de ti Tom! —Bill se puso de pie en toda su desnudez, Tom fue el sorprendido esa vez, sintió que sus mejillas le picaban, Bill lo miraba con desesperación, Tom no entendía ¿Por qué una basura como él le importaba tanto a ese chico como para querer justificarse por su ausencia? ¿Estaba loco o que? Bill ni siquiera se preocupaba por su desnudez, solo estaba preocupado por tratar de explicarle a Tom por que no había ido a la fabrica— Te juro que no lo hice, mi pap… padre encontró una bolsita con hierba entre mis cosas y me castigo, me dijo que no me dejaría tiempo para drogarme después del colegio, traté de decírtelo pero bueno… no se como, no tengo tu numero ni nada.

—Hey, un segundo, ¿Podrías cubrirte? Aun la tienes parada —señalo Tom a la polla dura de Bill que lo señalaba casi acusatoriamente, esa escena lo estaba poniendo de los nervios.

— ¡Eso no importa! ¡Tú tienes lo mismo! —se quejo Bill cruzándose de brazos su pene se balanceo de un lado a otro con el movimiento y… joder Tom no podía dejar de verlo.

—Si, pero a diferencia tuya yo soy hetero —dijo Tom obligándose a ver a la cara de Bill, un sonidito de campana lo distrajo de su conversación, Tom vio como los ojos de Bill volaban hacia la laptop y luego hacia Tom con angustia, ambos tardaron un segundo en reaccionar, ellos se lanzaron sobre el aparato como animales salvajes, luchando por tenerlo en su poder, Tom sometió a Bill bajo su cuerpo mientras abría el Chat en el que Bill había estado, sus ojos le dolieron por ver tantas pollas y culos juntos, joder, habían miles de fotos, y usuarios chateando.

— ¡No tienes derecho a leerlo! —grito Bill pataleando debajo de el, Tom era mas fuerte así que lo sujeto, con tanto movimiento Tom sentía el pene de Bill presionando bajo uno de sus muslos y por alguna razón eso solo logro ponerlo mas duro, abrió una de las ventanas de Chat y rápidamente comenzó a leer, una carcajada salio de sus labios.

— ¿Por qué carajos tu nombre de usuario es Sexy Cat*? ¿Gato sexy? ¿Enserio? ¿En que tipo de planeta un gato podría ser sexy? —Tom volvió a reírse, Bill gruñó y redobló sus esfuerzos por liberarse y arrebatarle el aparato, Tom simplemente lo sometió otra vez con facilidad.

— ¡Ya basta! ¡Devuélvemelo por favor! —chillaba Bill debajo suyo, Tom para mortificarlo comenzó a leer en voz alta.

—“Me gustaría tener tu polla en mis manos” —comenzó agudizando su voz como una chica mientras se reía, Bill seguía retorciéndose como una anguila y ordenándole que dejara de hacerlo, Tom no le hizo caso— “yo quisiera tenerla en el culo” “¿De que tamaño la tienes? ¿Es grande? ¿Cabe en mi culo?” Joder Bill jamás pensé que tu eras de esos que disfrutan masturbarse en los chats, estas mas enfermo de lo que pensaba.

—Que tu jamás en tu vida tuvieras Internet no significa que los demás no le sacamos provecho ahora —le dijo Bill con odio ¿Enserio? ¿Trataba de herirlo echándole en cara que el tenia Internet y wi-fi? Si tan solo Bill supiera que el tenia una conexión satelital mas rápida que la suya en su casa que a propósito era mas grande que la de Bill, Tom estaba seguro de que ese arrogante rubio se volvería loco si supiera.

— ¿Tanto necesitas de un hombre? —pregunto Tom después de leer las cochinadas que Bill se había estado diciendo con este extraño, estaba empezando a cabrearse por el estado-roca de su pene ¿Qué la sangre se había estancado ahí o algo así? No podía estar excitándose con esas mariconadas ¿O si?— ¿Cuántas veces ya fuiste jodido? Apuesto a que ya perdiste la cuenta.

—Nunca, yo siempre soy el de arriba —declaró Bill con furia— ahora quítate de encima mío, sinceramente no llegué, mis testículos están a punto de ponerse azules y estoy comenzando a tener extrañas ideas por todo esto… —Bill señalo a ambos indicando la intima posición en la que estaban ya que Tom estaba sentado sobre un desnudo Bill y eso no lo aterró, al menos no en ese momento, Tom miro la piel cremosa y blanca, sus dedos hormiguearon por tocarla, fue en ese momento en el que un pensamiento cruzó su cabeza “¿Por qué no?” Tom dejo la laptop a un lado y recorrió con su índice un camino desde el cuello hasta el rosa pezón de Bill, este gimió bajito y se mostró asombrado, “wow” fue el pensamiento del de negras rastas, Bill era realmente sensible en su cuerpo se notaba cuanto lo descontrolaban esas simples caricias, Tom lo vio quedarse quieto totalmente, sometiéndose a quien aun le debía la vida y cada respiración de sus pulmones.
—Eres una perra ¿Piensas que te voy a creer eso? “sexy cat” —se burlo Tom perdiendo su mirada en los labios de Bill semi-abiertos, ¿Y si Loren tenia razón? Si todo eso se tratara simplemente de desconectar su mente del lado racionalidad y seguir adelante sin detenerse a pensar cosas como que lo que estaba haciendo estaba mal, quizás todo seria mas fácil si simplemente dejara de pensar, de todas formas ¿Quién decidía que estaba mal y que no? El ponía sus reglas sobre si mismo, llegar a ese nuevo razonamiento le trajo la voz de Loren recordándole el consejo que esta le había dado: “deberías dejar de lado lo que los demás puedan pensar de ti y hacer lo que te salga en el momento, y lo digo enserio” ¿Hacer lo que le saliera en el momento? ¿Actuar instintivamente? Mandar todo a la mierda y que le saliera natural, sin importarle nada más… Eso era un punto a favor de la psicóloga, Tom nunca hacia valer la opinión de los demás, así que ¿Por que ocultarse? El inconveniente era que Bill era un hombre, si tan solo hubiera sido mujer seria todo más fácil, pero bueno ahora solo tenia que asegurarse que nadie se enterase…

Un sonido de campana sonó en la laptop otra vez, anunciando algo, una ventana nueva se abrió como por arte de magia mostrando una conexión web cam en la pantalla, eran dos tipos besándose sobre una cama, sobre la pantalla, arriba a la derecha decía: “Status – On Line” y para completar una ventana larga de Chat que indicaba 359 usuarios viendo eso, Tom se acerco para leer, varios hombres decían cosas como “Bésalo hasta sacarle las amígdalas” “Chupa su pene” y “fóllalo” vio con asombro que los hombres obedecían las ordenes al pie de la letra —¿Qué demonios es eso Bill? —pregunto señalando la pantalla, el rubio engullía la polla del calvo musculoso, joder era repulsivo… pero impactante a la vez. Como un accidente automovilístico, Tom quería ver pero no quería ver al mismo tiempo.

—Es una pagina web de shows online, gente de todo el mundo se conecta y se dejan ver a través de sus cámaras web caseras, ganan mucho dinero con ello, bueno ya sabes vía Internet… —explicó Bill totalmente rojo, Tom acaricio una de las mejillas, movimientos íntimos como ese le salían instintivamente, y se encontró dejando salir libre su verdadero yo, justo como Loren le había pedido, Tom tenia curiosidad de saber a donde lo llevaría esa decisión, con la tranquilidad de saber de que no afectaría su vida ya que NADIE iba a enterarse, NUNCA.

— ¿Tu también puedes chatear? —pregunto Tom sonriendo mientras arrastraba la laptop hacia su regazo, Bill asintió.

—Si, tengo una cuenta, pero tienes que enviarles dinero o no lo harán —Bill se salio de debajo de Tom y se sentó a su lado, aún desnudo, indicándole como hacerlo— listo ahora escribe lo que les quieras pedir.
—“Hey tu tipo grande, sujétalo y nalguéalo fuerte” —escribió Tom recalcando el “fuerte” eso iba a ser divertido, Bill lo mirada extrañado, los sujetos leyeron la orden de Tom y se rieron, Tom observo asombrado como el sujeto mas pequeño se dejaba caer en el regazo del calvo y alzaba sus redondas nalgas dispuestas para la pesada mano, Tom aprecio como lo nalgueaban una y otra vez hasta que las nalgas del chico estuvieron rojas y marcadas con los dedos del otro, la cosa era que… en vez de dolerle parecía estarle gustando, ese no había sido su plan… hu-hu.

—Parece que los hiciste excitar —dijo Bill riéndose, Tom miro primero la cara de Bill que tenia la mirada clavada en la pantalla de la laptop, el cuarto estaba a oscuras, solo entraba luz desde un enorme ventanal que traia las cortinas abiertas mostrando la oscura noche, la luz de la pantalla hacia brillar la piel de Bill, Tom bajo su mirada hasta la verga del teñido, estaba dura de nuevo y había algo de liquido en la punta, ¿Joder que había hecho él para acabar en una situación así? ¿Quizás todo aquello era una pesadilla y no la vida real? O simplemente era un sueño… una vía de escape de la vida real.

Tom volteó la cabeza justo para ver como el sujeto grande se hundía hasta las pelotas en el pequeño agujero rosa del otro, joder ¿Cómo entraba ESO dentro de algo tan… diminuto? Joder, joder… JODER. Tom tenia una jodida erección de caballo entre sus piernas, bien, olvidémoslo, cerró los ojos fuertemente, olvidemos totalmente el hecho de que Tom se éxito viendo porno gay, solo olvidémoslo, escucho un suave gemido a su lado, abrió sus ojos y vio a Bill sonrojado con una mano sobre su boca y la otra sobre su erección, Tom podía jurar que estaba algo morada en la punta por causa de su “no-liberación”. Tom se arrastro sobre Bill empujándolo hasta tenerlo bajo su cuerpo de nuevo, solo que esta vez el de rastas estaba entre sus piernas mientras miraba el lindo cuello, bajo la cara para morderlo y lamerlo, Bill gimió y se retorció debajo, Tom se sobresaltó cuando escucho unos gemidos en el cuarto, miro a la laptop, los tipos seguían en lo suyo solo que ahora a todo volumen.

—Eso sucede cuando… ellos llegan a un numero de dinero que les parece aceptable y entonces activan el volumen… eso —explicó Bill rápidamente temblando debajo Tom como una hoja, Tom de repente estaba demasiado caliente, era todo, jamás creyó sentirse caliente en una situación así, y si solo hacia caso del consejo de Loren iba a hacer algo realmente muy loco justo en ese momento, pero…  ¿Acaso no era justo eso lo que quería Loren? Pues bien, a la mierda el jodido mundo entero, Tom se rindió ante la locura y dejó de pensar, gruño cuando Bill comenzó a restregarse suavemente contra el, sobre su aún cubierta y dura entrepierna, maldito gatito, estaba excitándolo apropósito ¿Qué no tenia miedo de que Tom le partiera la cara por tal atrevimiento?

—Voy a follarte —le informó Tom, Bill de pronto lucia como cien ciervos a punto de ser atropellados por un enorme, enorme trailer, Tom quiso reír por la cara de miedo que se traía encima— vamos, no actúes como un virgen, solo será follar, meter mi pene en tu culo, nada besos ni demás mariconadas, ¿Vale? Además… Aun me debes la vida si bien no recuerdo, así que no puedes decir nada, solo acéptalo —Bill sujeto los bíceps de Tom con fuerza.

—Lo digo enserio, nunca estoy abajo —por alguna extraña razón Tom le creyó. Quizás por el sincero pánico que se mostraba en sus ojos castaños y en el tono de su voz.

—Bien, esta será tu primera vez, y… ya que siempre has estado arriba, guíame ¿Qué hago para jodidamente no lastimarte cuando te penetre? — Tom gruño la pregunta impaciente, ejerciendo presión a Bill contra el colchón de su cama, de verdad ¿Le iba a quitar la virginidad al rubito? Joder, sinceramente eso lo hacia sentir malditamente autosuficiente, el hecho de ser su primero…

—Hay lubricante aquí por algún lado —jadeó Bill retorciéndose, tratando de mover los brazos, Tom alzó ligeramente su cuerpo para permitirle moverse mas libremente, Bill levanto una almohada y jalo de abajo una botellita que al destaparla dejo suelto el fuerte olor a uvas, a Tom se le hizo agua la boca ante el olor, Bill derramo el liquido color vino en sus manos, olía malditamente bien, como a chicle de uva.

— ¿Qué hago con esto? ¿Me lo como? —sugirió Tom acercando su mano a su cara tentado por el dulce olor, Bill se carcajeo suavemente, detuvo la mano de Tom para alejarla de su cara, y sin descaro alguno la guió hasta su agujero.

—No tonto, tienes que dilatarme con tus dedos antes.

— ¿Hum? ¿Meter mis dedos ahí? ¿Seguro que es lo que tengo que hacer? —pregunto Tom frotando el liquido sobre la arrugada entrada rosa de Bill entre sus nalgas, joder nunca había visto el… “eso”  de otro hombre, pero se lo imaginaba asqueroso y bueno tenia que admitir que el de Bill lucia delicioso, y mucho mas apetitoso cuando poco después el arrugado orificio se enrojeció debido a las caricias que le propinaban sus dedos, Bill gemía mientras jalaba sus rodillas mas arriba con sus manos, abriéndose para Tom.
—Yo se lo que hay que hacer, solo hazlo despacio…

—No creo que te duela tanto, después de todo esta cosa esta muy resbalosa —mencionó Tom antes de insertar su dedo medio de golpe en Bill, hasta el jodido fondo, un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza y tuvo que luchar consigo mismo para no sacar su dedo y hundir su polla en su lugar, era tan caliente, estrecho y suave ahí adentro.

— ¡Ouch! Mierda, eso no es una jodida vagina, ve con calma si quieres follarme —advirtió Bill, Tom comenzó a mover suavemente su dedo para ver si así se estiraba mejor, Bill suspiro y poco a poco se fue relajando, gemiditos y algunos quejidos abandonaban sus labios, poniendo a Tom mas malditamente caliente de lo que estaba, toda esa mierda era nueva para él pero aun así lo estaba disfrutando… joder nadie tenia que enterarse de que algo así de enfermo le gustaba tanto.

— ¿Te gusta? —preguntó Tom dudando internamente, pero sin demostrarlo en su tono de voz, Bill asintió con la cabeza sin abrir los ojos— bien, voy a seguir —Tom saco su dedo, se untó mas de esa cosa de uva y volvió a la virginal entrada, metiendo ahora dos dedos con suavidad, Bill gimió largamente y se empujo hacia abajo, contra los dedos de Tom, este sintió como su polla rebalsaba manchando sus bóxers de pre-seminal el transparente liquido se expandió rápidamente por la tela de su ropa interior, humedeciéndolo— desabróchame los pantalones —ordenó Tom.

Las manos de Bill volaron al pantalón de Tom, como Tom estaba entre las piernas de Bill este se acaricio su propio pene con el reverso de sus manos mientras desabrochaba los jeans, Tom, con su mano libre, dejo salir a su verga y la acaricio un par de veces, no podía creer que estuviera así de duro por culpa del marica que estaba a punto de follarse, joder, joder, joder. Esto era culpa de Loren por meterle ideas tontas en la cabeza de “actuar sin pensar” y toda esa basura, apenas estaba comenzando a aplicar dicho consejo e increiblemente como consecuencia estaba punto de follar con Bill, este soltó un largo gemido cuando Tom hundió tres dedos en el canal y comenzó a follarlo con estos, la escena era tan erótica que Tom decidió que prefería no pensar en el lado negativo de todo el asunto o se volvería loco justo en ese momento.
Mejor enloquecer después de haber partido a Bill por la mitad.

—Mierda, te la chupe dos veces pero… luce mas grande ahora que la vas a insertar en mi culo —comentó Bill mirando hacia la polla de Tom, este gruñó mientras empujaba mas fuerte sus dedos dentro del caliente cuerpo del rubio, excitándose con sus palabras, su polla realmente chorreaba como nunca, Bill jugueteaba con el transparente liquido embarrándolo en sus dedos sin dejar de acariciar la polla de Tom, este le vio esbozar una sonrisita traviesa— ¿Te gusta que hable sucio verdad Tom? —Bill llevo sus dedos a su boca y gimió como una perra lamiéndolos, se quedo sin aliento al verlo relamerse los dedos manchados del liquido que liberaba el pene de Tom— tu sabor es tan bueno… —jadeó, Tom tuvo que agarrar la base de su polla para no correrse, ¡Joder algo de autocontrol! Nunca había estado tan cerca de perder el control, ni siquiera cuando era mas joven y andaba excitado todo el tiempo, ¡Que demonios estaba mal con el! Cuando estaba alrededor de Bill perdía totalmente el control.

—Dime que tienes condones, o voy a follarse justo así —amenazó Tom, poseído por el placer, deslizo la punta desnuda de su polla por sobre la entrada acariciándolo suavemente aun sin entrar, sintió la rugosidad contra la punta y rugió luchando por entrar, Bill deslizo rápidamente un condón sobre su polla y la sujeto de la base guiándola a su tierna entrada, Tom iba a partirlo por primera vez, estaba ansioso.

—Si te digo que te detengas lo harás… —le advirtió Bill mirándolo seriamente, Tom casi se larga a reír.
—De acuerdo, pero no me saldré, aun que llores como nena —amenazó Tom empujando suavemente hacia delante, la cabeza de su miembro se deslizo adentro con facilidad pero después la presión le impidió seguir, Tom estaba totalmente hipnotizado con la imagen, la piel de su verga era mas oscura que la de Bill el contraste era impresionante, no podía creer que realmente estuviera adentro de Bill, este jadeó arqueando a espalda, Tom se encajo hasta la mitad entonces Bill se tenso y sujeto sus hombros, Tom se detuvo— ¿Qué sucede?

—Dame un segundo, tu maldito pene es enorme —dijo Bill respirando tratando de relajar los músculos de su trasero, al final lo logro y se empujo hacia el falo de Tom, las rastas negras de este cayeron hacia delante mientras Tom se hundía lentamente hasta la raíz, cuando sintió sus caderas contra las nalgas de Bill tuvo que respirar— ¡Oh joder! Puedes moverte, no duele tanto… —Tom agarro con una fuerza increíble las nalgas de Bill manteniéndolo quieto.

—Espera… si quieres que esta jodida dure algo de tiempo, solo espera —pidió Tom cerrando fuertemente los ojos ¡Jodido paraíso! Era tan aprieto alrededor de su polla y a la vez tan suave, mucho mejor que una mujer por mas virgen que fuera esta, Tom nunca había experimentado tal presión sobre su polla, mierda, cuando se recuperase de esa inesperada presión iba a taladrar a Bill contra su cama.

—Mierda me arde el culo, solo muévete para que pueda olvidarlo —gimió Bill, Tom comenzó a embestirlo suavemente casi sin salirse de su rosa capullo, pero al sentir que sus bolas volvían a su lugar y la eyaculación precoz desaparecía, Tom comenzó a joderlo de verdad, Bill gemía debajo de él— ¡Tom! ¡Mierda, se siente bien! —Bill engancho sus piernas alrededor de la cintura de Tom, ayudándolo con sus embestidas, eso era el maldito paraíso, Tom no podía dejar de encajar su polla en ese culo era como si Bill y Tom encajaran perfectamente, estaba perdiendo el control, de improviso Bill gritó fuertemente y lo apretó como si sus piernas fueran una tenaza de hierro.

— ¡¿Qué?! —gritó Tom mirando nervioso hacia la puerta ¿Qué tal si alguien venia atraído por los fuertes gritos de Bill? ¡Cualquiera en su sano juicio pensaría que alguien estaba tratando de matarlo! ¡Joder, ese toy boy* era tan ardiente!

—No lo sé, solo sigue tocando lo que sea que estés tocando dentro de mi culo, ¡Fóllame mas fuerte! —gruñó Bill arqueándose como un felino, ahora Tom comprendia por que un gatito si podía llegar a ser sexy… de alguna manera— empuja mas fuerte Tom —pidió Bill, Tom mordió la oreja de Bill y la lamió ensalivándola.

—No sabes en lo que te estas metiendo, gatito —le jodió Tom aumentando la velocidad de sus embestidas, Bill gritaba como una verdadera perra, y eso lograba que Tom se excitara aun mas, llego el punto en el que ya era demasiado tarde, iba a correrse sin remedio, quisiera o no, entonces las paredes alrededor de su pene se contrajeron ordeñando hasta la ultima gota de leche de su pene, Bill también se estaba corriendo manchando su vientre y el de Tom, este no quería gritar, si lo hacia todos lo escucharían y sabrían que el estaba ahí, así que mordió con fuerza el cuello de Bill, Tom noto asombrado que el pene de Bill expulsaba mas semen en cuando sus dientes se clavaron en su piel, jodido masoquista, lamió la sangre de la raspadura que había dejado uno de sus caninos en la nívea piel, ambos cayeron exhaustos en la cama respirando agitadamente, Tom adentro de Bill todavía.

— ¿Bill? —se escucho la femenina voz afuera de la recamara, Tom rodó provocando que se saliera rápidamente de Bill y jalo su ropa con el cayendo al piso con un seco golpe, gateó escondiéndose atrás de la cama, Bill cerro el portátil y se tapó con las sabanas justo a tiempo, su madre entro algo preocupada— ¿Estas bien hijo? ¿Por qué gritas? —Tom lucho con la risa mientras Bill contestaba tartamudeando.
—S-solo una p-pesadilla mamá, todo está bien —Tom se mordió un nudillo para no reír.

— ¿No quieres que durmamos juntos pequeño  bebé?

— ¡No mamá! Estoy bien ¿De acuerdo? —ella sonrió y salio cerrando la puerta, Tom dejo de contener su carcajada y la dejo libre, se sujetaba el estomago mientras se reía sobre el piso semidesnudo, solo con su camiseta, sin pantalones, ni calzoncillos, ni zapatos, seguro se veía ridículo pero no le importaba— ¡No te rías! —gruñó Bill asomándose por el borde de la cama, Tom saco su pene algo flácido del condón y lo ató, lo arrojo al piso y se puso de pie para ponerse sus boxers, acto contiguo se metió bajo las sabanas de Bill, tenia un pequeño problemita con los orgasmos, lo adormilaban demasiado, y este que había sido mil veces mas fuerte que cualquier otro orgasmo que hubiera tenido lo dejo nockeado, eran las tres y media de la mañana, sintió a Bill meterse bajo las colchas a su lado.

—Buenas noches “pequeño bebe” —dijo Tom con voz chillona mientras Bill trataba de atacarlo bajo las sabanas, Tom lo jalo hasta su pecho para que dejara de tratar de rascarlo y lo puso boca abajo a la cama— ¿Te rindes? —pregunto amenzanante, Bill obstinadamente dijo:

—Nunca.

—Bien entonces dormirás debajo de mi —declaró Tom echándose sobre Bill y acomodándolo bien abajo su cuerpo.

—Quítate idiota, no puedo respirar —Tom presionó suavemente su cuerpo hacia abajo y bostezo.
—Duérmete —fue una firme orden mientras Tom se hundía en la inconciencia.

*Sexy Cat= básicamente gatito sexy... solo un nickname xD
*Toy Boy= "chico juguete" "prostituto" etc...

Cross Roads - 07

Capítulo 7: El castigo, y un nuevo profesor.

Bill quería morirse ahí mismo, ¡Se supone que nadie de su entorno debía enterarse! ¡¿Qué iban a decir de el?! Incluso podría joder a su padre con esa mierda, pues cada escándalo que salía de él en televisión le traían muy mala reputación a su progenitor, quien odiaba estar en el ojo de los chismes, Bill tendría que lidiar con su padre después, como en aquella ocasión en la que las cámaras lo habían pillado ebrio con unos amigos, todos caminando abrazados y cayéndose en varias ocasiones al piso, totalmente mulas de borrachos, ¡Que metiches eran la prensa a veces! Pero esto… esto no tenía comparación con una simple borrachera… Si su padre enteraba podía declararse muerto.

Miro a Andreas, que antes había lucido confundido, ahora este solo lo miraba con incredulidad, ¡Mierda! ¡Tom sabia que Andreas estaba en el mismo colegio que el! ¡Ese bastardo había abierto la boca apropósito! Bill bajo la mirada al piso, sintiéndose totalmente acabado, claro que Tom lo había hecho a propósito, ¡El solo le chupaba la polla! Era uno de sus trabajos como “subordinado” o mejor dicho como “pertenencia” de Tom, era como una muñeca inflable de placer, ¿Había creído que por que Tom se la dejaba mamar iba a comenzar a quererlo o algo así? Jamás, Tom lo odiaba por más que dejara a su boca y lengua recorrer un lugar tan íntimo.

Bill se estaba haciendo tanto daño a si mismo, y lo sabia, ¿Por qué había ido a buscar a Tom en primer lugar? Debió haberle hecho caso a Aleia, era un maldito idiota, ni el mismo sabia por que había hecho todo lo imposible para seguir a Tom, solo sabia que el día de la fiesta de Dario, necesitaba encontrar a Tom de nuevo, lo necesitaba tanto que dolía dentro de su pecho, y ahora estaba pagando las consecuencias.

Su celular resonó, con una melodía bastante siniestra, el tono que le había puesto a su madre por jugarle una broma, se giró y se alejo unos pasos se apresuro a contestar.

— ¿Hola?

— ¡Bill! ¡Estoy comenzando a cansarme de esto! ¿Todos los días hijo? Está bien que un día a la semana te la vayas a pasar con tus amigos… pero salir todos los días ¿Qué pasa con tus tareas?

—Mamá… tranquila, estoy bien este semestre, te lo prometo yo… iré a casa dentro de una hora.

—No Bill, fui muy blanca contigo estos, días comprendo que eres mayor de edad y todo eso, pero no voy a permitir mas esta situación, quiero verte en casa ahora mismo o hablare con tu padre —ella colgó violentamente el teléfono, Bill suspiro, ese día estaba siendo una reverenda mierda, ¿Lo dejaría ir Tom mas temprano ese día? Se giró regresando hacia el grupo de personas en medio de la fabrica, no perdía nada diciéndoselo, pero cuando se acercó y vio esa mirada, Bill lo olvido completamente, Tom lo estaba esperando, retando a que dijera algo para volver a humillarlo, bien pues no le daría la oportunidad.

— ¿Algún problema? —preguntó Tom arrogante, Bill lo miro furibundo, apretando fuertemente los puños en sus manos, sus dientes por poco rechinaban de rabia, ¡Era desesperante tener tantas ganas de decirle unas cuantas cosas en la cara! Pero sabia que no podía hacer nada, se sentía tan inútil, pisoteado, degradado, en ese momento no se sentía el mismo, había perdido control de todo su mundo, ahora era el quien recibía las ordenes, no quien las daba.

—Ninguno amo…  —contestó con malicia, dándole un toque felino a su voz especialmente en la palabra “amo”, casi como un ronroneo, su lengua acaricio muy brevemente sus labios, el se giró entre las risitas de los demás chicos y se alejo, sin mirar la cara de Tom, ya de mas lejos se atrevió a dar un vistazo, el chico estaba enfurecido totalmente, Bill podía verlo respirar agitadamente, no tenia las piernas sobre el sillón, si no cruzadas de forma casual sobre una pequeña cajita en frente a su sillón, Bill sonrió de lado satisfecho, el también tenia derecho de humillar a Tom un poco, al menos podía decir que el excitaba a Tom, o este no estaría tratando de esconder su erección de los otros.

Bueno eso algo, Bill podía poner cachondo a Tom aun que este lo odiara.


                                                                                                                               

Bill odiaba cada día que tenia que pasársela limpiando ese asqueroso y maldito lugar, por mas cuidado que tuviera su cabello siempre terminaba sucio, tres pares de sus pantalones mas finos se habían rasgado al limpiar las maquinas ya que la tela se enganchaba en las superficies y se hacia trizas, en fin, todo era un desastre, arrojo con hastió la escoba y los demás trastes, a veces pensaba que nunca iba a terminar de limpiar ese maldito enorme lugar.

Como todos los días, se limpio lo mejor que pudo las manos y su ropa, cogió su mochila del colegio y salio de ese lugar sin despedirse de nadie, camino fuera de la fabrica unos cuantos pasos cuando unas manos lo sujetaron por detrás, de repente estaba violentamente estampado contra la sucia pared exterior de la fabrica, se escuchaban algunas ranas croando cerca.

— ¿Qué mierda fue eso? —gruñó Tom empujando con su antebrazo el cuello de Bill contra la pared, comenzando a ahogarlo con la presión en contra del muro, Bill sintió un ramalazo de dolor en su garganta.

— ¿A que te refieres? —grazno asustado cuando Tom incremento mucho mas la presión el aire comenzó a forzar su entrada a través de su garganta.

—Sabes muy bien a lo que me refiero, no vuelvas a llamarme así en presencia de mis amigos, que no se te suba a la cabeza, deje que me la mamaras en la oficina si, pero eso no significa nada ¿Comprendiste?

—Tu… me lo… pediste —jadeó Bill sintiendo como su mirada se nublaba a ratos, Tom golpeo la pared con su puño libre, muy cerca de su cabeza.

— ¡No tenias por que decirlo de ese modo! Comprende que yo no soy un jodido marica enfermo como tu, lo que dices me da asco, no me gusta, solo cierra la puta boca de una vez, está claro que solo te sirve para algo, y eso no es hablar —Tom escupió esas palabras en la cara de Bill antes de soltarlo bruscamente, Bill sintió como su cuerpo se iba hacia delante, apenas tuvo tiempo de poner las manos para no golpearse el rostro contra el piso, sobre sus manos y rodillas comenzó a toser como un loco, el aire entraba a raudales a sus pulmones y le picaban los ojos, le ardía la garganta y sentía que sus pulmones estaban por colapsar, las lagrimas comenzaron a caer por su rostro hasta el piso, se recostó contra la pared en la que casi había sido ahorcado y observo que Tom no estaba a la vista, seguro ya había regresado adentro.

Respiro profundamente varias veces sintiendo como recuperaba el control de sus pulmones poco a poco, su visión se aclaro, su garganta dejo de arderle y sus latidos se ralentizaron, solo sus ojos seguían derramando amargas lagrimas, ¿Cómo había terminado así? Siendo el humillado, el desdichado, siempre había sido al revés, el era el verdugo de las personas, había humillado a muchas a lo largo de su vida, incluso había un video en youtube titulado “El rey del amor no correspondido” Donde un numero alarmante de chicas aparecían llorando y chillando, ellas salían corriendo de algún lugar mientras lloraban, todas ellas rechazadas por Bill, quizás se excedía un poco en su forma de decirles que no quería nada con ellas.

Bueno en realidad amaba eso, ¿Para que negarlo? Era una mala persona, siempre le había gustado llamar la atención, desde niño, por que su padre nunca le había prestado la mas mínima atención, entonces Bill trato de llamar la atención de los demás para compensarlo, cuando una chica adquiría el valor de confesarle sus sentimientos Bill aprovechaba su momento de debilidad para destrozarlas, era seco y contundente, arrogante. Esa era la palabra correcta, el preciado objeto que era inalcanzable para gente de su calaña, era el colmo, Tom vivía en una maldita fabrica abandonada, se vestía con ropa que parecía sacada de algún basurero y no tenia nada, pero a pesar de ser el peor partido que pudiera escoger Tom lo tenia colgando de su mano.

Se puso de pie sin siquiera intentar sacudir el polvo de su pantalón, pero eso si, no andaría con la cara manchada de tierra y lagrimas, saco unos pañuelitos húmedos y se limpió el rostro, iba caminando por el angosto sendero surcado de árboles para salir a la carretera.

—Bill

— ¡Joder! ¡Andi! Mierda odio cuando me asustas así —gruño Bill osco apresurando el paso, no estaba del mejor humor.

—Lo lamento Bill, yo…

— ¿Lo viste todo cierto? —pregunto Bill de pronto deteniéndose luciendo derrotado, ¿De que servia fingir si el chico ya lo sabia todo de igual manera? Andreas lo rodeo para quedar de frente al otro rubio, Bill se preparó para la humillación tensando los hombros.

—Si lo vi, solo que no entendí bien lo que te dijo Tom… ¿Qué paso? ¿Estás bien? —Andreas se veía realmente preocupado, Bill sintió que necesitaba contárselo a alguien, alguien que no fuera Aleia, alguien que también conociera el mundo de Tom, y Andreas encajaba perfectamente para ello.

— ¿Tratas de aprovecharte de un momento difícil? —bromeó Bill suavemente, poco a poco se había ido acercando a Andreas en el colegio, sobre todo cuando Aleia tenia sus actividades en los clubs y no  podía pasar el rato con el, ¿Por qué no confiarle la verdad a su nuevo amigo?

—Se que estas vulnerable ahora, pero no es que este aprovechándome, siento que necesito ayudarte, de algún modo me preocupo por ti.

— ¿Enserio no se lo dirás a nadie? —pregunto Bill esperanzado.

—No lo haré, somos amigos ahora, confía en mi —Andreas poso su mano sobre su hombro, Bill noto el respeto en el gesto, aun que fueran amigos ahora Andreas no se atrevía a tocarlo mas fraternalmente, ya que Bill era algo así como un actor famoso en su colegio y en todos lados bueno… mas o menos, ya que salía mucho en televisión y a veces desfilaba para marcas de ropa importantes, pero no actuaba ni nada por el estilo. Era divertido, Bill quería dejarle a Andreas la confianza que quería brindarle, así que cogió la mano de Andreas con la suya aguantándose la risa ante la cara anonadada del otro chico.

—Lo primero que debes saber es que soy gay —Bill lo dijo claramente, Andreas arrugo el ceño y luego sonrió suavemente, con un rubor en sus mejillas.

—Yo también, no creo que sea un problema… —pero entonces palideció— No me digas que… ¿Tom te golpea por que eres gay? ¿El es homofóbico? —Bill se sintió conmovido por la preocupación que denotaban los ojitos de su amigo, suspiro y miro hacia la copa de los árboles, el cielo si tenia estrellas en esa parte de la ciudad.

—Si y no, yo… le hice algo cuando íbamos juntos al colegio hace dos años atrás, y el jamás va a perdonármelo, esta haciendo que pague totalmente mi deuda con el… algo así.

— ¿A eso se refería con que tu eras de su propiedad? —pregunto Andreas confundido, Bill asintió.

—En realidad Tom salvo mi cuello del cuchillo de Don, y dijo que le debía mi vida, fue así como llegue a ser su… empleado.

— ¡Wow! Espera ¿Tom salvo tu vida? Eso es asombroso.

— ¿Por qué lo dices?

—Tom es el tipo mas maldito del lugar incluso los de los otros barrios le temen, el es la razón por la que no se meten con esta zona, por que el los mantiene a raya, ¿Cómo pudo salvarte la…vida?, lo siento, es que Tom realmente parece un tipo malo, no luce como alguien que salvaría la vida de otra persona.

—No lo hizo por bondad o algo así, solo lo hizo para castigarme, para hacerme vivir este infierno, es imposible que el lo hubiera hecho por simple caridad, además yo me lo busqué.

Ninguno de los dos dijo nada, soltaron sus manos y caminaron muy juntos hacia la carretera, sin notar que eran observados atentamente desde la distancia.

— Esto es muy conveniente… —declaró el sujeto mas adulto, ambos miraban a los dos jóvenes rubios alejarse lentamente, no se movieron tras su escondite entre los arboles— el padre de ese chico es miembro del B&W, podríamos ganar mucho dinero si logramos colocarle las manos encima.

— ¿Quiere secuestrarlo jefe?

—No, eso seria demasiado sencillo, quiero ver que se trae Tom entre manos, y que tiene que ver con ese chico, ¿Podrás hacerlo Liam? —el sujeto asintió, haría hasta lo imposible por cumplir con las misiones que le fueran encomendadas, el lema de toda la asociación era “paid with blood” Todos tenían que saber que si se metían con ellos no podían quedarse tranquilos esperando que los dejaran en paz, pues toda ofensa se pagaba con sangre sin importar cuanto tiempo pasara, Tom la había jodido con el jefe, y no cualquier jefe, era el “big boss”, la cabeza de toda una pirámide de crímenes perfectos alejados del ojo de la policía, el pez mas grande de ese país, el que tenia tanto dinero que podía pasar a ser parte de la asociación corporativa de B&W, pero eso no estaba entre los planes de ese ambicioso hijo de puta, Liam lo vio acariciarse una cicatriz en uno de sus pómulos, la sonrisa del jefe auguraba una pesadilla que estaba por venir… para todos aquellos que estuvieran cerca de Tom.




Cuando llego a su casa su madre estaba esperándolo en la sala, ella lo miro de pies a cabeza, Bill pudo ver que lo evaluaba y que no le iba nada bien por la mirada que ella puso, totalmente furiosa.

—Tu padre te espera en su despacho —dijo su madre en tono osco, su pie se movía de arriba hacia abajo en un tic nervioso, ella estaba sentada en la barra del elegante mini bar de la sala, con su vestido ceñido al cuerpo, totalmente elegante, su expresión enfurecida arruinaba la escena, al igual que una copa de cognac en su mano temblorosa.

Bill no dijo nada, solo bajo la cabeza como un perro y camino en silencio hasta donde su padre, toco la madera dos veces y tras escuchar el seco “pasa” de su padre ingreso lentamente al despacho, una computadora de ultimo modelo con una pantalla de cincuenta y dos pulgadas estaba apagada justo detrás de su padre, quien sentado tras su escritorio, firmaba unos papeles mientras hablaba por teléfono.

—Si, yo lo soluciono Jarrod, adiós —Bill no se sorprendió, su padre siempre estaba hablando por teléfono con Jarrod Trümper, el presidente de la asociación de las empresas, su padre era algo así como el vicepresidente, o eso entendió Bill cuando se lo habían explicado.

— ¿Querías verme padre? —pregunto Bill envalentonándose en su arrogancia, no estaba ante Tom, así que podía volver a ser él mismo. Su padre volteó a verlo y puso una expresión de asco, como su hubiera pisado mierda de perro con sus casimir.

—Ni si quiera lo preguntes Bill, tu madre me contó que hace unas semanas sales del colegio para irte sabrá Dios a donde, ¿Qué carajos hiciste para acabar así? Mira tu ropa, nunca te había visto tan sucio —Bill le presto atención a su ropa por primera vez desde que Tom lo había pisoteado hacia algunas horas, sus jeans estaban hechos mierda, llenos de polvo y mugre, sus zapatos habían dejado de ser negros gracias al polvo que los cubría y ahora estaban grises y embarrados, y un par de hilos colgaban del cuello de su costosa camiseta de ecko destrozada, mierda, parecía un jodido indigente.

—Me caí —dijo encogiéndose de hombros irrespetuosamente.

— ¿Te caíste? Si seguramente ¿Fue una caída de un auto en movimiento? Vamos Bill no soy estúpido, ¿De donde salio esa sangre? ¿Estas metiéndote en peleas? —Bill busco sangre sobre si mismo, se había rasmillado el codo derecho al caer en el piso y estaba magullado, la sangre había chorreado del codo sobre la piel, la sangre seca sobre la piel de sus dedos le indico que se había tocado la herida sin notarlo— tienes toda la cara manchada con sangre.

Oh mierda, seguro se había manchado sin darse cuenta al tocarse con las manos sucias, ¿Por qué Andi no le había dicho nada?

— No estoy peleando papá… ya te lo dije ¡Me caí! —grito Bill exasperado, estaba sintiendo muy mal por la humillación que Tom le había hecho pasar y su padre solo lograba aumentar su tension y malestar.

— ¡No alces la voz contra mi! ¡Soy tu padre!

— ¡Y yo ya soy mayor de edad! ¡Tengo derecho a tener algo más de libertad! ¿No crees?

—Puedes tener dieciocho años Bill, pero sin nosotros te morirías de hambre, sigues siendo un mocoso, ni siquiera te interesas por los negocios de la empresa, ¿Cómo esperas ser independiente algún día? Tu madre encontró esto en tu ropa —Bill, totalmente pálido vio como su padre le mostraba una bolsita con mas o menos tres gramos de marihuana— ¿Estas drogándote? —Bill solo guardo silencio se negó a hablar, era infantil fingir que su padre era invisible y mudo pero sinceramente no sabia que decirle— ¡¿Acaso estas drogándote?! ¡Contesta!

— ¡No es mío! Es de un amigo, ¿De acuerdo?

—Yo no nací ayer, escucha, este jueguito comenzó a cansarme, hoy en la tarde vacié los fondos de tus tres tarjetas de crédito, desde hoy tendrás solo lo necesario para sobrevivir, no vas a comprarte drogas con mi dinero ¿Entendiste? ¿O prefieres acabar en un centro de rehabilitación?

— ¡Ya te dije que no es mío! ¡Si no quieres creerme es tu problema! ¡Además, no necesito el dinero! Puedes quedártelo… —Bill se giró para salir de ese lugar, su padre continuo hablando mientras Bill lo ignoraba olímpicamente.

—Regresaras a casa apenas salgas del colegio, Ivan ira a recogerte todos los días —Bill se frenó en seco ¿Ivan? ¡Oh joder NO!, se giro con expresión asesina y cerró fuertemente los puños.

— ¡No quiero guardaespaldas! ¡No me gusta esa mierda y tú lo sabes!

— ¡Pues en este caso no es una jodida opción! ¡Es una maldita orden! ¡Ivan te llevara al colegio y el te recogerá! ¡¿Entendido?! Estas castigado.

— ¡Estas loco! No entiendes, tengo que… — ¿Cómo mierda  iría a lo de Tom si estaba castigado? Mierda Tom iba a matarlo, Tom iba a matarlo— tengo cosas que hacer.

—Bien te daré una oportunidad, dime la verdad, dime en lo que estas metido y te devolveré tus tarjetas —Bill sabia que diciendo la verdad solo se hundiría en mas mierda de la que ya estaba metido, así que suspiro vencido, su cuerpo temblaba de furia, ya no podía mas ¿Por qué de repente todo se había volcado contra el?

—Olvídalo, solo déjame en paz, no quiero volver a hablarte en mi puta vida… —Bill salio del despacho caminando grandes zancadas hasta su elegante habitación, quería mucho a su padre, pero estaba cabreado, su progenitor no tenia la culpa pero ¿Por qué tenia que joderlo cuando estaba tan vulnerable? Solo empeoraba el calor en su pecho, incontrolable, con lagrimas cayendo por su rostro agarro un adorno chino hecho de vidrio fino, con un costo de 6.000 dólares y lo hizo añicos contra el suelo del pasillo, se sintió mejor al instante después de su pequeño acto de vandalismo, se metió en su habitación de un portazo y se encerró bajo llave, haría algo que hace mucho tiempo no hacia: echarse a llorar hasta quedarse dormido.


                                                                                                                                  …:::º:::…
—Bill, cielos te ves muy mal —Aleia dijo viendo las ojeras de su amigo, y su piel estaba mas blanca que de costumbre— ¿Qué paso? —ella lo abrazo suavemente, Bill se dejó mimar mientras le contaba todo, ella nunca dejo de acariciarlo y escucharlo comprensiva, se estaban saltando las clases en la enfermería del colegio, ya que Bill había tenido nauseas a mitad de la clase y les habían permitido salir.

— Ahora estoy castigado, Tom dijo que si no cumplía iba a lastimarme, o incluso a mis amigos… joder tengo que decirle a Andi que no se acerque a la villa por un tiempo.

— ¿Y por que estabas manejando marihuana?

—Little pig siempre me la obsequia —Bill se encogió de hombros— no es eso lo que mas me preocupa, lo peor es el castigo, no se por cuanto tiempo durará…

—Espero que Tom no haga ninguna locura.

—Yo también —dijo Bill suspirando, su vida había pasado de ser genial a ser una mierda en un parpadeo, por culpa de Tom.

En la salida como siempre Andi fue a buscarlo, Aleia estaba con el y los tres se alejaron para poder platicar, Bill le dijo a Andi lo que había sucedido y que era mejor alejarse de Tom por si acaso el quisiera tomar venganza contra sus amigos, el chico acepto y Bill se sintió mas tranquilo.

—Andi necesito otro favor, le prometí a mi madre que estaba bien en el semestre…

— ¿Si?

— ¿Podrías pasarme los apuntes de hoy?, no quiero joderla mas en mi casa, quizás si mis notas son buenas al final me levanten el castigo, y así poder volver con Tom —Andreas y Aleia se miraron entre ellos, preguntándose lo mismo ¿Acaso Bill era un masoquista?

—Vale…

—Vayamos a tu casa Bill así los apunto yo también —propuso Aleia, Bill acepto de inmediato, era mejor regresar a su casa acompañado de sus amigos que solo y furioso con su mala suerte.

Fueron hacia a salida conversando de trivialidades, Bill se puso alerta, buscando la moto de Don, le costo encontrarla, no estaba cerca en esta ocasión, estaba estacionada a dos cuadras, Tom estaba con ese viejo casco negro de costumbre ocultando su rostro, una camiseta anaranjada y un pantalón azul, Bill se asusto ¿Ahora que haría?

—Buenas tardes señor, señores —saludo Ivan como correspondía a un guardaespaldas muy bien educado, como un perro adiestrado, parado al lado de una imponente limosina no muy larga pero si muy costosa, tenia que ser realista, no podía hacer nada aun que quisiera sin develar su secreto, así que ignoro a Tom y se dirigió hacia el auto con sus amigos siguiéndolo muy de cerca.

—Vámonos Ivan, tengo cosas que hacer —dijo Bill duramente, como si el hombre tuviera la culpa de sus problemas, el era así, una perra que se desquitaba con el que estuviera mas cerca. Llegaron a su casa, sus padres no estaban a la vista, subieron a la habitación de Bill y se acomodaron en la mesa giratoria de vidrio que Bill tenia en ese lugar, era hermosa, su tío se la había regalado a sus catorce años, a Bill le gustaba.
—Bill —su madre entró a su habitación y se mostró sorprendida al ver los jóvenes ahí, Bill casi sonríe cuando su madre se mostró muy satisfecha al ver a Aleia ahí, hacia algún tiempo que Bill no la traía, y el sabia lo mucho que a su madre le gustaría ver a Aleia como su novia, si supiera la verdad— no sabia que estabas acompañado.

Pero simplemente no podía ir a decirle “Mamá me gustan mas las pollas que las vaginas” prefería seguir escondido, después de todo era un cobarde gilipollas, Bill se sentía así en ese momento, sabia perfectamente que su madre había ido a comprobar si Bill estaba cumpliendo su castigo, le dolía la forma en la que sus padres desconfiaban de él ahora, siempre los había estado engañando con mentiras y escapadas nocturnas evitando que se enterasen, pero ahora que ellos habían visto su verdadera identidad se sentía como mierda, su mascara había caído, gracias al hijo de gran puta mas grande del planeta: Tom.

—Estamos estudiando solamente, el es Andreas.

— ¿Estas en el curso de Bill? —pregunto ella amablemente mientras lo saludaba.

—En el mismo nivel diferentes salones, yo soy del salón D y Bill del F por nuestros apellidos.
—Oh bueno… que bien que estén pendientes de sus estudios, les enviare aperitivos —ella salio bastante contenta y Bill se relajo un poco, al parecer tendría a su madre de su lado si quería lograr el perdón de su padre.


                                                                                                                        

Los días comenzaron a hacérsele infinitos, había querido tanto librarse de Tom y cuando jodidamente lo había logrado no entendía por que su tonto culo extrañaba ir a la fabrica, aun que odiaba de verdad todo lo que Tom le hacia sufrir el al menos… Al menos podía verlo y escucharlo.

¿Acaso lo extrañaba? Joder, solo habían pasado cuatro días, no podía extrañarlo Bill no se apegaba a nadie, nadie merecía ser extrañado por el, pero Tom barría esos limites al igual que muchos otros. Aleia tenia junta con el consejo estudiantil como vicepresidenta, y Andi tenia clases extra para el salón D, así que Bill se fue solo ese día, grande fue su sorpresa al no ver la maldita limosina parqueada frente al elegante frontis del colegio esperándolo y de paso llamando la atención de todo el colegio entero, ¡Ya no era un niño para que estuvieran yendo a buscarlo al colegio! Esta era su perfecta oportunidad de escapar, podía ir a ver a Tom y explicarle lo que había ocurrido, aun que se metería en mas problemas por eso estaba seguro… sin embargo valía la pena. De alguna retorcida manera esa teoría tenía sentido dentro su cabeza, su lado racional solo podía pensar: ¿Qué clase de victima regresaba ante su verdugo? Iba tan rápido para alejarse antes de que la limosina apareciera que choco fuertemente contra la espalda de alguien, unos brazos lo sujetaron por la cintura y lo estabilizaron sobre el piso antes de que colapsara.

— ¿Estas bien? —pregunto una voz profunda, Bill sintió que le gustaba el tono semi ronco del chico, se paro derecho y asintió, escaneando a su acompañante.

—Lamento… el choque —dijo apenas, odiaba disculparse, de hecho estaba a punto de retractarse y vomitar, ¿Qué lo había poseído para pedir perdón?  Podía echarle toda la culpa al chico pero  justo en ese momento tenia prisa, por escapar antes de que la limosina llegara, tenia que irse— no te vi.

—No te preocupes, solo fue un accidente —el chico sonrió mostrando una hilera de dientes perfectamente blancos y perfectamente alineados dentro de su boca, una suave barba en forma de candado adornaba su rostro, Dios ese hombre era un sueño caliente sobre dos pies andantes, su camiseta celeste era ajustada a su hermoso tórax, delineaba cada músculo con cada movimiento, sus ojos eran claros, y tenia el pelo castaño, joder, no era de extrañarse que muchas chicas estuvieran babeando por el mientras pasaban por su lado todas lo miraban embobadas, se lo devoraban con los ojos— déjame ayudarte —el susodicho chico se agacho, confundido Bill saltó ligeramente hacia atrás, entonces fue cuando noto que se le habían caído unos folios de la mano derramando sus proyectos al suelo.

— ¡Mierda! —maldijo Bill comenzando a recogerlos, pero solo atino a alzar unas tres hojas cuando el chico castaño le devolvió las restantes, las había recogido todas velozmente— ahm… gracias, realmente esto es algo incomodo ¿Por qué eres amable conmigo? —pregunto acomodando su folio.

— ¿Por qué no habría de serlo? —pregunto el de ojos celestes confundido.

—Hum bueno soy Bill Kaulitz, la mayoría de los hombres me odian, y algunas chicas también, ya sabes me tienen envidia —Bill sonrió de lado, debajo de sus gafas de sol sus ojos libremente escanearon el cuerpo del chico, este le devolvió la sonrisa, Bill sintió como su pene reaccionaba ligeramente, el chico era demasiado guapo para ser verdad.

—Bueno, yo no te odio, no me has hecho nada malo, por cierto, soy Liam —el chico extendió su bien formado brazo y Bill estrecho la mano sin pensarlo mucho, el agarre fue firme pero suave a la vez, el rubio le sonrió a Liam coqueteando un poco con el castaño, si el chico era hetero no lo captaría, pero si estaba interesado lo notaria al instante.

—Me gusta tu nombre Liam, es lindo, como su dueño —el chico lo miro con los ojos algo sorprendidos, Bill se hizo al desentendido, y lucho por no sonreír como un loco cuando vio el evidente interés en los ojos del dios griego que lo miraba de una manera que lo ponía caliente.

—No tan lindo, como el celebre Bill Kaulitz —dijo sonriente el chico, Bill se sintió halagado de algun modo, estaba a punto de pedirle su teléfono cuando…

—Bill —esa era la voz de su madre— Ivan tuvo que salir con tu padre, así que vine yo a buscarte en su lugar…

—Buenas tardes —Liam con toda confianza cogió la mano de su madre y la beso, Bill noto asombrado que ella enrojecía y ocultaba una sonrisa, joder— me llamo Liam, soy un nuevo amigo de Bill —este vio la disculpa en sus ojos, el chico castaño se rasco detrás de la nuca en un gesto tan inocente que Bill supo que estaba nervioso, se veía gracioso con sus 1,90 de altura luciendo así de encogido.

—Soy Verónica, es un placer conocerte, ¿También estudias aquí? —Liam asintió, ¿Cómo es que Bill nunca lo había visto antes?

—De hecho estudio, pero no como usted imagina, estoy practicando para licenciarme en profesor de biología y química, llegue recién hace tres días de la universidad de Harvard, y culminando mis prácticas recibiré mi diploma —Liam lo dijo como si en realidad no importara, Bill solo estaba asombrado, nunca se hubiera imaginado que ese chico fuera su profesor.

—Eso es maravilloso, fue un placer conocerte Liam, debemos irnos —dijo ella apenada, Bill llego a creer que de verdad lamentaba no poder quedarse a conversar.

—Espero volverla a ver —dijo el besando nuevamente la mano de su madre— adiós Bill —le tendió la mano, Bill la estrecho— cuídate —fue la ultima palabra, Liam le guiño disimuladamente un ojo antes de alejarse a zancadas hacia el colegio, Bill vio asombrado un papelito en su mano, lo desdobló, era una tarjeta de presentación, Bill tuvo que reírse por lo original que era, doblada parecía un acordeón pero al estirarla formaba una bonita tarjeta con el nombre completo de Liam y su numero telefónico, a Bill le brinco el corazón… y otra cosa, ¿Liam estaría interesado?

“No volverás a revolcarte con nadie” Resonó la voz de Tom en su cabeza.

“Me da la regalada gana de privarte del sexo, soy tu dueño ahora, ¿comprendes?” Tom siempre estaba de alguna u otra manera en sus pensamientos, miro la tarjeta de Liam con pena, ¿Qué estaría haciendo Tom en ese momento? Observo su reloj, seguro estaría bebiendo cerveza y fumando porros en ese almacén de mierda, guardo la tarjeta de Liam en el bolsillo trasero, aun era un esclavo, no era libre de hacer lo que quisiera.

—Me parece genial que estés haciendo buenas migas con el profesor, un día de estos invítalo a almorzar, o al té —Bill no contesto, solo seguía mirando tristemente a través de la ventana, su vida comenzaba a desestabilizarse ¿Qué pasaría si se desmoronaba? Quien iba a perderlo todo era Bill…