martes, 2 de abril de 2013

Cross Roads - 09



Capítulo 9: La elección de Tom.

Bill tenia la mitad del cuerpo de Tom encima, el de rastas se había dormido jodidamente rápido, Bill no podía dormir no era que estuviera incomodo, aun que le costaba ligeramente respirar, es solo que lo que acababa de pasar era totalmente increíble, Bill se movió buscando un poco de comodidad, Tom lo sintió moverse y lo apreso por el pecho con un brazo como una firme tenaza que lo mantuvo en su lugar, Bill estaba seguro de que Tom seguía dormido pues se escuchaban sus suaves ronquidos, ¿Ni dormido podía dejarlo en paz? Bill soltó una risita, estaba feliz, estaba vergonzosa y humillantemente feliz, como una princesa que venció a la bruja mala y se quedo con el príncipe al final de la historia, más o menos… 

La verdad era que el nunca había estado abajo por dos motivos, uno, tenia mucho miedo de que le doliera mucho, le habían dicho que la primera vez dolía, y dos, el tenia que tener el control siempre, después de todo el era Bill Kaulitz, no cualquier persona en el planeta podía decir lo mismo.

 Pero estando con Tom… con el único al que había amado simplemente no pudo decir no y mas bien… actuó como si no le importara, aun que mentiría si dijera que no le había dado miedo, pues si casi le da un paro cardiaco al principio pero al final no dolió tanto como había pensado, si le ardía el culo pero no era como para ponerse histéricos, además… lo había disfrutado tanto.

Y pensar que el se había acercado a Tom, años atrás en el colegio, con la idea de jodérselo, si en ese entonces alguien le habría dicho que acabaría precisamente jodido y enamorado de Tom le había roto la cara por decir estupideces. 

Escucho un suave ronquido de Tom por encima de el, estaba todo sudado y el semen que no había tenido tiempo de limpiar estaba esparcido por su vientre, el pecho de Tom contra su espalda también tenia la viscosidad, joder eso se quedaría pegado a la mañana siguiente, ¿Qué le costaba a Tom tomar una ducha antes de dormir? ¿Seria de esos a los que les pega fuerte el sueño luego de una buena jodida? Entre pensamientos de que tenia que mandar urgentemente a lavar todas las sabanas de su cama Bill se quedo dormido.



— ¿Joven Bill? —Tocaron la puerta— ¿Ya se despertó, joven? —la perilla comenzó a girar…

— ¡No entres Andrew! Espera un segundo —gritó Bill debajo de Tom— ¡Hey quítate! ¡Nos van a ver! —susurró Bill echando un codazo hacia atrás, Tom siguió dormido como si nada, Bill se deslizo trabajosamente debajo de Tom como pudo, siseo cuando la parte de piel con semen en su espalda se jaloneo pegoteada con la piel de Tom, sin embargo este siguió dormido, Bill bufo observándolo incrédulo, ¿Cómo podía seguir dormido? Se puso sus bóxers y se observo al espejo, estaba imposiblemente despeinado, su melena rubia estaba echa un nido de pájaros, y un enorme chupón adornaba el lado izquierdo de su cuello, ¡Joder! ¿Otra vez? Ya se había metido en un jodido lío con el anterior que Tom le había hecho.

Cogió una bata y se la puso, al igual que una bufanda alrededor de su cuello, seguramente se veía totalmente estúpido con eso, abrió la puerta lo suficiente como para ver a Andrew por el resquicio, este llevaba el carrito con el desayuno, impecablemente vestido con su traje de pingüino, o de mayordomo mejor dicho…

— ¿Qué hora es?

—Las diez. ¿Le pasa algo joven? —pregunto Andrew extrañado, viendo la bufanda alrededor de su cuello, hacia calor y el estaba con bufanda… que locura.

—Creo que me arde un poco la garganta, es todo…

— ¿Debería traerle alguna medicina? —Bill se lo pensó un instante, tenía que seguir con su mentira o si no, no seria creíble.

—Si, y trae también mas comida —pidió Bill jalando el carrito hacia su cuarto— tengo hambre, seguro por el resfriado… —mintió cerrando la puerta, se acerco con el carrito hasta la cama, todo estaba oscuro por las cortinas cerradas, presionando un botón de un control remoto todas las cortinas se abrieron dejando entrar la luz del sol, Bill se quito la bata y la bufanda y cayo sobre su cama solo enfundado en su ropa interior, encendió el televisor y comenzó a morder una tostada, a su lado Tom se removió despertando, Bill sonrió, se veía lindo despertando, con sus ojos chinos por el sueño.

—Joder —dijo Tom con la voz ronca— ¿Qué hora es? 

—Las diez.

— ¿Y por que estamos despiertos? —pregunto Tom molesto arrugando los ojos ante la luz mientras trataba de dormir de nuevo.

—Por que en mi casa todos se despiertan a esa hora, seria sospechoso si yo siguiera durmiendo después de que Andrew hubiera venido a despertarme.

 —Joder... quiero dormir —gruñó Tom tapándose hasta los ojos con las sabanas, Bill solo soltó una risita y siguió desayunando unos toques en la puerta los asustaron.

—Tranquilo, solo es Andrew —Bill se paro y volvió a cubrirse, Tom lo miraba raro mientras se ponía la bufanda ¡Era por su jodida culpa que tenia que hacer eso! Abrió la puerta y recibió la medicina y una bandeja con comida de parte de Andrew, metió todo a la habitación y cerró la puerta con llave.
— ¿Estas enfermo? Joder debiste avisarme antes de que folláramos, no quiero contagiarme un maldito resfriado —refunfuñó Tom sentándose en la cama y cogiendo algo de comer.

— ¡Esto es tu culpa! Si tan solo no te lanzaras a morderme el cuello como si fueras un maldito vampiro yo no tendría que fingir un resfriado —Bill se quito la bufanda y la arrojo lo mas lejos posible revelando el desastre, Tom solo se río mientras miraba su obra de arte plasmada en la piel de su cuello, Bill le mostró el dedo de en medio y se sentó a comer mientras miraban la televisión, Bill cogió una tostada con mermelada y comenzó a lamer la mancha al centro de la tostada con sabor a uvas, le encantaba hacer eso antes de morderla, se relamió la mermelada de los labios y pronto estuvo aplastado contra la cama por Tom, abrió los ojos como platos y no se movió, Tom lo miraba como si quisiera comérselo.

—Tienes una jodida y erótica manera de comer, ¿O solo estabas tratando de seducirme? —Bill sintió la dura polla de Tom enterrarse en su cadera, su propia erección se torno dura como una roca entre sus piernas, ayer había tenido miedo pero ya no, su culo se contrajo con ansiedad, ¿Tom iba a repetir? Bill llegó a pensar que lo de ayer seria solo un desliz y luego todo volvería a ser como antes, cuando Tom lo odiaba… ¿Lo odiaba? Seguramente aun lo odiaba, solo estaba jodiendo con el… pero Bill por algún motivo se conformaba con lo que sea que Tom quisiera darle.

— ¿Qué es lo que crees? —pregunto Bill desafiante, escucho con placer como Tom soltaba un gruñido bajo, fue girado con brusquedad, sintió como su cabeza era empujada contra las almohadas, un poderoso brazo se metió bajo su abdomen y jalo sus caderas había arriba, dejándolo con el culo al aire, joder su polla estaba dura como un pedazo de hierro atrapada en su bóxers, nunca jamás lo admitiría pero amaba que Tom lo sometiera de ese modo, que lo manejara como un muñeco de trapo a su antojo para tener su mejor ángulo, Tom prácticamente le arranco la ropa interior sus mejillas se oscurecieron de rojo pues Tom estaba mirándolo directamente “ahí” mientras Bill estaba arrodillado y totalmente ofrecido para lo que Tom quisiera hacerle.

Bill sintió como unos dientes se clavaban en una de sus nalgas y tuvo que gemir, eso era tan erótico, sintió la palma de Tom contra sus testículos apretándolos suavemente, se arqueo como un gato y se mordió el labio, un dedo comenzó a forzar su entrada— ¡Oh joder! —jadeo Bill abriendo mas las piernas para dejarle mas espacio, le ardía por las actividades del día anterior pero ese mismo ardor era lo que le estaba poniendo cachondo.

—Aun es muy ajustado aquí atrás… —jadeo Tom en su oído metiendo y sacando su dedo, luego continuo con dos— aun estas húmedo aquí… —Bill podía escuchar el sonido de humedad que hacían los dedos de Tom al entrar y salir de su cuerpo.

—No importa, tengo mucho lubricante —dijo Bill cogiendo la botellita y lanzándola sobre su hombro, Tom la cogió fácilmente y la destapo, Bill sintió como Tom dejaba caer el liquido directo sobre su agujero, la botella hizo un ruido seco cuando Tom la arrojo al piso, Bill sintió algo alineándose contra su culo, y no eran precisamente sus dedos, respiro profundamente cuando Tom comenzó a entrar en el con demasiada rapidez, lastimándolo cuando acabo de empujarse de un solo empellón.

— ¡Joder… mierda! ¡Sigues estando malditamente apretado! —escucho detrás de el mientras se mordía fuertemente los labios para no dejar salir un quejido de dolor. Respiro tratando de calmarse y olvidarse de la dolorosa fricción en sus paredes, Tom comenzó a moverse sin previo aviso.

— Ouch, ¡Maldición! Ve mas lento, me lastimas imbécil —gruñó Bill respirando mientras recibía a Tom con cada embestida, aun seguía doliendo como una mierda, podía sentir cada centímetro de Tom que jodía su agujero, esperaba que el malestar pasara pronto y pudiera disfrutarlo tanto como ayer.

— ¿Te estas quejando? —dijo Tom empujando mas fuerte mientras clavaba sin piedad los dedos en su cadera aumentando otro dolor al que ya sentía en su culo.

— ¡Nhg! Hey ten cuidado… —jadeo Bill, sus ojos se aguaron sin su permiso debido al dolor, los limpio en la almohada tratando de que Tom no lo notara, pero al parecer este igual lo hizo ya que comenzó a ir mas lento, Bill se preguntaba por que Tom era amable con el, después de todo podría simplemente follárselo brutalmente y ya… quiso preguntarle ¿Por qué…? Habían tantos porqués en su cabeza, pero ese no era el momento de pensar y Tom le hizo olvidar cualquier pensamiento que pudiera estar en su mente al tocar con la punta de su verga la pequeña glándula que le dio un placer capaz de volcarle los ojos hacia adentro, pronto su erección había vuelvo a la vida y chorreaba sobre las sabanas mientras sentía como la polla de Tom latía dentro suyo.

— ¿Quieres que te lo haga mas rápido? —le pregunto Tom inclinándose a su oído, lamiéndolo e introduciendo su lengua dentro, Bill gimió ladeando al cabeza, ofreciéndole su cuello, nublado totalmente por el placer que sentía, era una lastima que Tom estuviera donde no alcanzaba su visión pues amaba ver su magnifico cuerpo desnudo.

—Si, ¡Hazlo mas rápido! ¡Aah! ¡Tom! —Tom sujeto sus caderas para salirse, el volvió a entrar al instante, sus rodillas se resbalaron sobre la seda de sus sabanas y sus piernas quedaron mucho mas abiertas que en un principio, facilitando la tarea de Tom, Bill pudo escuchar el gemido ronco detrás de el, era como si tocara un botón del mas fuerte placer con la punta de su polla, bendito fuera Dios por inventar la próstata, una mano apreso fuertemente su boca mientras Tom lo seguía jodiendo duro por detrás.

—Shhh, ¿Quieres que tus papis vengan a ver lo que le estoy haciendo a su único hijo? —susurró Tom a su oído antes de lamerlo, Bill ronroneo al sentir todo el pecho de Tom pegado a su espalda y la caricia en su oreja— ¿Qué pensarían de ti si me encuentran con mi polla profundamente enterrada en tu culo?— Bill gimió detrás de la mano de Tom arqueándose duro, ayer el había excitado a Tom con sus sucias palabras pero ahora eso era al revés, Bill estaba a punto de correrse solo con escucharlo decir esas guarradas, se libero del agarre a su boca y jadeo aspirando grandes cantidades de aire como alguien quien estuvo mucho tiempo abajo del agua.

—Cuando eso suceda lidiare con ellos tu solo… no pares —ordeno con voz no muy baja, Tom no hizo esperar para obedecerlo, el sonido que hacían sus cuerpos al chocar solo causaba mas excitación en ambos, Bill hundió su rostro en su cama para amortiguar sus gemidos, mierda el no solía ser tan vocal… al menos no cuando estaba arriba y… estaba tan cerca.

—Oh santa mierda, has eso de nuevo —gruño Tom atrás de el.

— ¿Qué? —jadeo Bill tratando de librarse de la bruma mental en la que estaba sumido.

—Apriétame —Tom sujeto fuertemente sus nalgas y lo embistió con brutalidad, Bill apretó a Tom sabiendo que eso desencadenaría su orgasmo y lo escucho gemir roncamente, no lo había escuchado gemir así ayer, la polla de Bill soltó un gran chorro de pre-semen sobre las sabanas estaba cerca— ¿Estas a punto?

—Si… pero no alcanzo —dijo Bill si levantaba sus manos de la cama la fuerza con que Tom lo embestía iba a lanzarlo hacia delante, sorprendido sintió la mano de Tom bajar hasta coger su polla, dos fuertes tirones y Bill se estaba corriendo como si no hubiera un mañana, Tom mordió su hombro mientras se corría en su culo, Bill podía sentir las pulsaciones de la polla de Tom dentro de el.

Colapsaron en la cama, Bill casi ronronea debajo de Tom, descubriendo que ahora le gustaba tenerlo encima, se sentía mas… protegido, vio a Tom adormilarse inmediatamente.

—Lo supuse —dijo para si mismo.

— ¿Qué? —susurró Tom.

—Tus orgasmos te dan sueño, espera no vayas a dormirte con tu verga dentro de mi, ¡Tom! —escucho una risita, Tom se salio de Bill, este se giro y vio aliviado un condón rodeando el maravilloso pene de Tom, después de todo no estaba seguro de si Tom estaba limpio.

Tom ató el preservativo y lo lanzo al suelo, Bill arrugo la nariz con asco.

— ¿Qué? —se encogió de hombros el de rastas.

—No lo arrojes a cualquier lugar, en el baño hay un basurero… 

—Solo olvídalo ¿Quieres? —dijo Tom jalándolo hacia la cama, comieron y luego volvieron a quedarse dormidos.


Bill se despertó sobresaltado cuando el teléfono de su habitación sonó abruptamente, el reloj indicaba las tres de la tarde, Tom dormía placidamente… encima suyo.

Se estiro como pudo y alcanzó el teléfono.

— ¿Hola? —dijo con la voz ronca por el sueño.

Hola Bill ¿Qué sucede? ¿Por qué no contestaste al celular? 

— ¿Andy? ¿Qué sucede? —pregunto adormilado.

¿No íbamos a salir hoy? Con Aleia, Centro comercial —dijo Andreas con un tono fingidamente exasperado— ¿Lo olvidaste?

—Oh mierda, no —soltó Bill con rapidez— bueno… si —admitió al final, ¿Cómo iba a saber el que Tom aparecería de la nada en su habitación y que tendrían increíble sexo salvaje?

Umm ¿Estas bien cierto?

¿Qué? Si… lo estoy ¿Por qué? —pregunto Bill bostezando, aun que no pudo estirarse como habría querido ya que estaba cómodamente apresado.

Bueno… por un momento pensé que te habías peleado con tu papá de nuevo y que el no te había dejado salir—Bill suspiro, estaba castigado y técnicamente no podía salir a menos que fuera bajo la sombra de Ivan o Saki, era exasperante.

—lo lamento Andy no debí olvidarlo, es solo que no creo que hoy pueda…

¿Día difícil? —pregunto Andy con suavidad en su voz, brindándole su incondicional apoyo sin importar cual fuese el problema.

—Si, algo así —contesto Bill, sin saber que su día iba a ser uno de los peores en ese momento. Andy hablo con el un momento mas y luego le colgó, Tom seguía dormido encima de el, Bill suspiro… pero entonces tuvo una idea.



Un par de horas después Bill conducía su Audi, Tom iba al copiloto, su padre se encontraba de viaje y Bill había aprovechado esa ausencia para llorarle a su madre que le dejara un poco de libertad, claro que con algunas mentirillas de por medio, como por ejemplo, el le había dicho que quería estar a solas con Aleia sabiendo que su madre la quería como nuera, además de que ella era una mujer romántica y no le costo convencerla de que lo dejara partir solo, Tom logro salir de su habitación sin ser visto por pura suerte, pues Bill sintió su corazón latir como loco todo el recorrido desde su habitación hasta el garaje, temiendo ver aparecer a alguien a cada vuelta de la esquina, por fortuna nadie los vio.

—Mi madre siempre fue fácil de manipular… bueno al menos cuando se trata de mi, padre nunca lo ha conseguido —Bill encendió un cigarrillo y condujo solo con una mano, Aleia conducía como una diosa pero el no se quedaba muy por detrás en sus habilidades frente al volante.

—Usualmente mi madre es quien logra conseguir lo que quiere de mi padre… —Tom se calló abruptamente, Bill se tensó y aguardo a la espera de que el de rastas dijera algo mas, era la primera vez que Tom hablaba de sus padres… Sin embargo el chico no dijo nada mas, Bill llego a un par de conclusiones por su propia cuenta, no es como si hubieran fallecido, eso significaba que estaban vivos, pero… entonces ¿Por qué Tom no vivía con ellos? ¿Por qué vivía en un asqueroso bario de baja categoría? Sobre todo ¿Por que demonios vivía en un apestoso almacén abandonado? Hubiese preguntado, después de todo el no tenia nada de tacto con esas cosas, pero con Tom era diferente y la expresión seria de su rostro lo convenció de mantener la boca cerrada— toca la bocina, mas allá esta Don —cambio Tom de tema mirando por la ventana Bill toco la bocina, el pasajero de la destartalada motocicleta se giro, Tom le hizo señas, para el asombro de Bill el motociclista se metió entre los autos algunos le vocinearon molestos pero este los ignoro, a pesar del peligro que su vida acababa de correr, pero a Tom no le impresiono nada de eso, el jinete de la moto se acerco a la ventana cerca de Tom sin temer por su vida y abrió su casco para mostrar su rostro osco.

— ¿Qué haces hermano? Veo que recuperaste a tu inútil “empleado” —grito por sobre el ruido del viento en la carretera.

— ¿A dónde vas? —grito Tom de vuelta.

—A trabajar hermano ¿Te vienes?

—Si, jodidamente necesito dinero…  Bill, tu solo síguelo, el nos guiara —Bill asintió sin discutir, el, al igual que Tom, estaba acostumbrado a mandonear a todo el mundo y  obedecido al instante por que sabia que no quería problemas, no cuando estos tenían que ver con Tom, pues estaba claro que el dominante era el de rastas y a Bill no le quedaba mas opción que doblegarse.



Don los llevo hasta un barrio lleno de edificios abandonados y basura en las calles, algunos negocios abiertos, era un lugar más decente que Villa Hope pero los tipos de negros y demás maleantes y criminales poblaban las calles, en cada esquina, jugando basquetball en las calles, en las canchas, o donde se les jodiera la gana hacerlo. También habían varias radios portátiles que sonaban al son del rap, dos tipos con pinta muy amenazante jugueteaban con un cuchillo lanzándolo al aire y atrapándolo ágilmente por el mango sin lastimarse a si mismos, demostrando su agilidad con esa arma blanca…

— ¿Qué jodidos con este lugar Tom?— no pudo evitar quejarse, odiaba que su auto estuviera ahí entre esa mugre, y entre todos esos mal nacidos ladrones de partes de autos— Si algo le pasa a mi auto…

— ¿Qué harás? — le corto Tom con tono molesto— Nada, por que tu no puedes hacer nada contra ellos, aquí en el guetto no vale nada tu “apellido” ellos te cortaran el cuello antes de preguntarte quien jodidos eres, y lastimosamente un cadáver no habla —Tom dijo tranquilamente, Bill solo suspiro molesto sintiendo la ira hervir en sus entrañas pero al final lo acepto, Tom tenia razón, aun que los demandara o algo siempre habrían mas personas de su calaña en las calles, además ¿Qué ganaría metiéndolos en la cárcel? Ellos igual podían matarlo desde ahí dentro si se les apetecía, sin mover un solo dedo gracias a sus contactos, ellos eran como hormigas— deja de lloriquear por tu estúpido auto, si estas conmigo no pasa nada —Tom le indico que se estacionara en un descampado apestoso lleno de  basura frente a una calle inmunda. Los edificios le daban la espalda a ese lugar, sin ninguna ventana apuntándolos, a excepción del edificio que estaba de frente a ellos, quizás ese era el perfecto lugar para el “comercio” de Don.

— ¿Qué pasa si viene la policía? —pregunto Bill tratando de no parecer asustado, el no podía verse involucrado en un escándalo así, su padre lo castraría y después lo metería a una academia militar por el resto de su vida si se veía involucrado con drogas de nuevo.

—La policía no conoce este lugar olvidado de la jodida mano de dios y todos los que creen en el, ahora ven conmigo —Bill se bajo e inmediatamente aseguro su carro con el control remoto que tenia junto a la llave, tenia el mejor sistema de seguridad después de todo, no podrían robárselo a menos que lo desarmaran en piezas. Don dio dos vueltas al campo y estaciono su motocicleta al lado del Audi después de levantar una tremenda polvareda, Bill se abanico con la mano.

—Debería golpear tu rostro por tratar de huir de Tom, maldito niño ¿No tienes modales por tus superiores? —fue lo que dijo Don condescendientemente al verlo, Bill le mostró el dedo del medio, Don no era su dueño… el que Tom si lo fuera no le daba derecho a hacerse ideas— maldito infeliz —Don se acerco amenazante, listo para golpearlo, Tom lo detuvo con un gesto.

—No te gastes con el, aun que le partas el culo cien veces el seguirá siendo un maldito impertinente, es incapaz de aprender modales, solo olvídalo —Don le dio un fuerte empujón con el hombro al pasar por su lado, casi tumbándolo al piso con el tremendo golpe, Don se quito el bolsón enorme que traía y se lo paso a Tom, después saco un celular viejo y antiguo de su bolsillo— voy a encenderlo —Tom asintió.

Ni bien lo hubo prendido comenzó a sonar, Don contesto— ¿Si? Si hermano, el lugar de siempre, no quiero ver a nadie que no conozca o te disparare en el culo —y apenas colgó entró otra llamada y otra, joder, si que habían muchos viciosos en este país.

Al poco rato comenzaron a llegar, Bill noto que respetuosamente se acercaban en grupos pequeños y nunca mas de tres o cuatro personas a la vez, poco después un deportivo rojo con pinta de ser caro se parqueo al frente, Tom saco una pequeña cajita de su bolsillo y se la dio a Bill— ve donde ese carro, y no le des la cajita antes de contar el dinero, son quinientos dólares —Bill agarro la cajita asombrado, joder ¿Esa mierdita costaba tanto? ¿Qué demonios era? ¿Oro?

—Pero…

—Solo hazlo o te cortare la cara —dijo Tom molesto mientras se alejaba a atender a otro grupito de chicos, Bill camino asustado hacia el coche ¿Y si era un poli encubierto? Mierda, ¿En que jodidos líos se estaba metiendo? Cruzo la calle vacilante y se acerco al coche, este bajo el vidrio polarizado y revelo a alguien a quien Bill conocía muy bien, su rostro se petrifico en una mueca de asombro y por un momento Bill creyó que se había convertido en una estatua del susto.

— ¿Bill? ¿Eres tú? —Preguntó el apuesto sujeto— Mierda… ¿Qué demonios haces tu aquí?

—Vincent… —el modelo lo miraba incrédulo, Bill se pregunto si el tendría la misma expresión de encontrarse con alguien con quien nunca debió encontrarse en una situación así, ambos se miraban idiotizados, joder ¿Vince? Bill lo había conocido cuando había modelado ropa en Francia hace algunos años, Vince era rubio y con el pelo ondulado, habían tenido una pequeña aventura después del desfile, Bill se lo había follado en su camerino, había sido cosa de una sola vez, jamás pensó que volvería a verlo— Bueno… ¿Qué haces tu aquí? —contraataco. 

—Me toca modelar con autos dentro de dos días en esta ciudad, joder Bill ¿Por qué estas aquí? ¿Necesitas dinero? ¿Qué paso?

—No quebré ni nada por el estilo —Bill se apresuro a aclarar, ya que le daba “cosa” la idea de que Vince pudiera creerlo pobre, Bill Kaulitz nunca seria un pobretón que necesitara vender droga para sobrevivir— En realidad es una larga historia… y bueno no tengo mucho tiempo para quedarme a conversar —Bill se giró nervioso Tom seguía ocupado pero… podría llegar notar que Bill estaba hablando demasiado tiempo con su “cliente”, Vince siguió su mirada y pareció comprender.

—Tenemos mucho de que hablar, ¿quizás podríamos vernos después? —Vince saco su celular y le pidió el numero, Bill le dicto rápidamente su numero sin pararse a pensar si debía hacerlo o no, después Vince saco un fajo de billetes, Bill ni siquiera los contó— son quinientos, deberías contarlos, el otro sujeto los cuenta siempre que vengo, no te metas en líos por mi culpa —Bill le agradeció con la mirada ya que el no tenia ni idea de cómo funcionaba todo eso del micrográfico de drogas, contó rápidamente el dinero que efectivamente eran quinientos dólares, le paso la cajita a Vince y le sonrió, le había gustado verlo de nuevo aun que sea en esas circunstancias.

—Aun que no lo creas, Vince me alegro de verte de nuevo —le dijo Bill a modo de despedida, ya que Vince lo había ayudado mucho en Francia cuando el tubo problemas con el modelaje, el rubio chico sonrió de lado con una sonrisa que podía derretir al menos un par de glaciares, se inclino rápidamente hacia delante robándole a Bill un beso de sus labios, el gesto duro tan poco que Bill apenas pudo reaccionar y solo atino a quedarse quieto como una estúpida estatua.

—Nos vemos, hermoso —susurro Vince acomodándose rápidamente en el asiento y arranco el deportivo, que se perdió en menos de un par de segundos entre los destartalados edificios, Bill estaba ruborizado podía sentirlo, el no solía tener vergüenza pero en esa ocasión era como si no pudiera evitarlo, trato de que se le pasara, respiro profundamente y se giro encontrándose con la fiera mirada de Tom, quien lo miraba como si quisiera asesinarlo en ese mismo instante, Bill comenzó a sudar, se limpio las palmas de las manos en sus jeans y avanzo hacia su verdugo… joder lo había visto ¿Cierto? ¿Estaría enojado por el beso?

— ¿Qué demonios crees que haces? —gruño Tom cogiéndolo del brazo con demasiada fuerza, lo llevo detrás del Audi y lo estampo contra el auto— solo tenias que venderle la coca no besarte con el tipo ¿Qué crees que haces llamando la atención de ese modo? —Bill gimió adolorido.

—No fue mi culpa… el me besó —trato de explicarse Bill.

—No me mientas, parecía que tu y el se llevaban bastante bien… 

—Yo… nos conocíamos de antes —fue toda la explicación de Bill mientras el aire abandonaba sus pulmones, Tom siempre lo aplastaba de esa forma cuando quería lastimarlo, asombrado Bill descubrió que podía soportarlo un poco mejor.

— ¿Follaron? ¿Tu y ese sujeto habían follado? —pregunto Tom amenazante Bill asintió asustado.
—Solo fue una vez… yo se lo hice, tu fuiste mi primero —dijo Bill con la voz ahogada, el antebrazo de Tom presionando fuertemente sobre su cuello, sorprendido de si mismo, de que esas palabras salieran de su boca, como si estuviera justificándose ante Tom, pero antes de que pudiera decir algo mas noto como la presión disminuía.

—Que no vuelva a pasar, si hay algo peor que ser un soplón aquí, es ser un marica y si vienen a asesinarte yo no voy a meterme esta vez, tal vez me canse de cuidar tu culo del peligro en el que siempre estas metiéndote, así deja de hacer estupideces si no quieres enfurecerme Bill, estoy tentado de sacarte la mierda justo ahora.

— ¿Qué te tiene tan molesto? —se aventuro a preguntar Bill, por alguna razón Tom parecía celoso... No, no podía ser, era totalmente imposible.

— ¿Qué? Mira este lugar no es precisamente la avenida Liberty*, aquí ningún maricón es bien visto, y si relacionan eso conmigo estas jodido, así de que deja de hacer esa mierda homosexual, me enferma ver cosas así, es totalmente asqueroso ver a dos tíos besándose, tu eres asqueroso —Bill se sintió esas palabras como un puñetazo en el estomago, y una punzadita de dolor se instalo en su corazón, pero no iba a darle el gusto a Tom de verlo sufrir por sus palabras, el todavía conservaba su orgullo, quizás no intacto pero estaba ahí siempre acompañándolo, olvidándose del dolor que estaba matándolo por dentro saco a su diva interior y se puso su mascara de indiferencia, solo entonces era invulnerable a esas duras palabras, con su armadura contra los sentimientos que pugnaban por liberarse ante Tom.

—Si bueno, como digas “amo” —dijo Bill con total asco al pronunciar la palabra conformada por tres letras, ¿Respeto? Sus testículos guardarían respeto pues el estaba harto de hacerlo.

—Cuida tu tono conmigo si quieres mantener tu lengua pegada a tu boca —Tom lo empujo una ultima vez y se alejo— ¡Que esperas! Aun hay trabajo y tu maldita deuda de vida no se va a pagar sola.

Unas chicas bastante bulliciosas se acercaron entonces con un sujeto vestido de la peor manera que Bill pudo haber visto, parecía treinta años mayor solo por esas ropas anchas, manchadas de grasa y mugre, las chicas iban en mini falda y con cortos que apenas cubrían sus voluminosas nalgas, sus curvas eran excesivas a pesar de que tenían sus vientres planos y unos rostros totalmente aceptables, no eran para nada hermosas pero encajaban perfectamente con la descripción de “caliente y sexy” 

—Don, mi amigo ¿Cómo estas? —el sujeto saludo amistosamente a Don con un apretón de manos y un golpecito hombro-hombro.

—Desmond, señoritas —saludo el aludido galantemente hacia las chicas, ellas rieron bobamente, sus impresionantemente altos tacos las hacían mucho mas altas de lo que en realidad eran, dejando en ridículo a Don y al otro tipo que lucían mas bajitos a su lado.

—Hola chicos —saludaron ellas coquetas, sin soltarse las manos una de la otra, la primera era morena y su compañera tenia el pelo de un rubio teñido totalmente pésimo, la morena se acerco a Tom como un felino en celo.

—Mmm Tomi, hace tiempo que no te veía ¿Cómo has estado? —Tom sonrió de lado atrayéndola por la cintura —miaw —dijo ella arañando el pecho de Tom de una manera vulgar, Bill sintió que el mundo se le caía a los pies en ese momento, los celos comenzaron a hervir lentamente en su estomago, esa tipa era tan vulgar y aun así Tom la abrazaba de esa forma, sus dientes se apretaron fuertemente.

— Ahora mejor que estas aquí querida Trisha —le dijo Tom en su pose de “papi” más buena, ella prácticamente se derritió y se hizo agua entre sus brazos.

—Humm, ¿Y quien es su amigo? —ronroneo ella señalando con la cabeza a Bill quien se pregunto si ella siempre hablaría como un jodido gato en época de apareamiento o solo hacia en ese momento para fastidiarlo mas.

—No te gastes con el linda, es un amante de las pollas —dijo Don rápidamente para no perder la atención de las chicas sobre el, ya que Bill era mucho mas apuesto y una amenaza en cuanto a conquistas, ella hizo un pucherito.

—Miaw, que desperdicio, con lo lindo que es ¿No crees Mindy? —la rubia asintió comiéndoselo con la mirada, el bufo y levanto el mentón sin darles mas atención.

— Genial, necesitaba alguien como tú —le comento Desmond— ¿No estarías interesado en trabajar para mi? —pregunto a Bill, este lo miro confundido pero sin perder las duras facciones en su rostro que lo hacían ver enfurecido.

— ¿Perdón? —pregunto como si hablara con un total idiota.

—Si, ya sabes, como mi puto, ellas son mis chicas… — las señalo con el pulgar ¿Ese tío era un proxeneta? Joder que asco… Bill quería golpearlo por siquiera haberle preguntado algo así, ni todo el dinero del mundo podía pagar el cuerpo de Bill y el lo sabia.

—Ni si quiera en tus sueños, yo soy demasiado bueno para ti o cualquiera, y no creo que todo el dinero que puedas tener en este momento alcance si quiera para una mirada mía —Desmond soltó una carcajada mostrando un par de dientes picados y amarillentos, Bill sintió arcadas inmediatamente.

—Dios, eres todo un caso “principito”, mira esa ropa de marca ¿Qué jodidos haces aquí? Parecer un pez fuera del agua.

—Ese con una jodida no es tu asunto… —contesto Bill cruzándose de brazos.

—Bueno, que desperdicio, hubieras sido una enorme fuente de ingresos con ese culo follable que tienes —Bill lo miro con verdadero odio antes de apuntarlo con un estilizado dedo.

—Tú ni siquiera deberías hablarme como si fueras igual a mí, joder ¿Qué pasa con la gente? —Bill se alejo del sujeto, se apoyo en su coche con una pose sumamente molesta, saco su porta cigarrillos de titanio del bolsillo de su pantalón y encendió uno de sus caros cigarrillos y lo prendió degustando su sabor, e ignorando totalmente a todos los que le rodeaban como si para el no existieran, el sujeto volvió a reírse.

—Mierda, el es peor que todas mis chicas juntas, y eso que es un hombre, es una “diosa” ¿o algo así?
—Solo se la tiene muy creída, el muy gilipollas piensa que por tener dinero es mejor que nosotros, mierda como el debería estar enterrada tres metros bajo tierra, las personas así me dan asco —dijo Don mirándolo como si fuera una cucaracha cubierta de caca— ¿Y bien cuanto y que quieres?

Desmond comenzó a surtirse de todo tipo de droga mientras Mindy se pegaba con su ardiente cuerpo a un contento Don, eso le hizo acordarse de la “gata” y de Tom, volteo la vista y los vio, ellos escuchaban música compartiendo los audífonos de un gastado mp3, Bill se rió ¿La gente seguía usando esos aparatos? ¡Hace años que habían pasado de moda! La chica hablaba emocionadamente de cada canción y hasta a veces se ponía a cantarlas con una horrible voz desentonada, Bill gimió adolorido por sus pobres orejas sufrientes, que pésimo gusto musical, Bill quería vomitar.

—Oye Tom… ¿No quieres subir un momento al cuarto? Yo voy a cobrarte… eres muy bueno para eso —le escucho decirle a Tom, Bill sintió que su corazón se detenía, mierda, no, que Tom se negara, no podría soportar saber que Tom iba a follar con esa maldita zorra después de haber tenido sexo con el, recordar cada caricia, cada roce, cada cosa que habían hecho anoche e incluso esa mañana, pensar que estaba creyendo que comenzaba a llevarse mejor con Tom y dejar nacer una pequeñísima y minúscula esperanza de que Tom pudiera sentir algo por el… 

—Mmm, no lo se linda.

—Oh por favor Tomi, prometo hacerlo bien, te dejare meterla por mi culo si quieres —ella comenzó a restregarse contra Tom, Bill vio horrorizado como la erección de este comenzaba a hincharse a través de los pantalones, Tom la estrujo mas cerca, ver a una chica prácticamente desnuda sobre Tom le dolía, se hizo a los desentendidos tratando de no mirar algo que le producía tanto dolor en el pecho, cuando escucho que Desmond acababa de hacer su “tramite” un par de minutos después, levanto la cabeza y vio a Tom a la lejanía, no les había oído alejarse, estaban cruzando la calle, y se metieron a un edificio, Desmond se marcho con la otra chica y Don lucio derrotado cuando ella no lo invito a su habitación.

—Con una mierda, Tom fue el que tuvo suerte esta vez —mascullo Don enfurecido, Bill apago su cigarro y trato de evitar que se notara la humedad de sus ojos, abrió su auto y se encerró dentro, puso música y respiro profundamente, joder de verdad dolía, Tom iba a follar con esa maldita perra, como si lo que ellos habían hecho no significase nada.

Pero era el idiota por haber creído que acostarse con el significaba algo para Tom, estaba claro que el solo buscaba su placer, quizás había tenido curiosidad de hacerlo con chico pero nada mas, sin sentimientos de por medio, Aleia siempre le dijo que había sido un error que el se enamorase de Tom, y esa fue la primera vez que comenzó a creerlo de verdad en su corazón y no solo en su cabeza, quizás era hora de comenzar a matar poco a poco lo que se que hubiera estado germinando dentro de el, hacia Tom, pues nunca iba a resultar en nada.

Don toco el vidrio de la ventana con fuerza, Bill lo abrió ligeramente y bajo el volumen de la música— hay un auto estacionado al frente, ve a trabajar de una vez, Tom no te trajo para que te quedaras sentado calentando el asiento con tu inútil culo —Bill bufo molesto y bajo del auto, lo aseguro sin importarle que Don golpeara el piso con su pie y rodara los ojos exasperado, le dio unos paquetitos y cajitas— es mil doscientos, no te dejes estafar o te juro que me olvido de Tom y de tu deuda de vida, yo mismo te lanzare al océano con una piedra atada a tus pies.

—Si como sea —contesto de mala gana arrebatándole a Don todo lo que iba a vender de muy malas maneras y sin esperar ninguna respuesta se giro en dirección a los “clientes” Bill suspiro resignado echándole una ultima mirada al edificio, pero sabia que no podría olvidarse de Tom y la fulana esa mientras se acercaba al coche negro para hacer el “negocio”.

Su pecho no dejo de dolerle y el nudo que se hizo en su garganta tampoco aflojo durante el resto de la tarde.
 
*Se refiere a una avenida en Pittsburg que esta llena de bares de ambiente y que la comunidad LGBT visita frecuentemente para evitar ser discriminados por la sociedad hetero.






3 comentarios:

  1. Awwwwww jjffjfjff estot comentando xDDD sube luego por favor *-* me dio penita Bill, pero Tom igual estaba celoso e.e espero que Bill no se meta con vincent Tks no, no. Algo me huele mal aquí. Tom esta en problemas. Ojala Bill le reclame u.u bfjjhed eso XD no leemos... pronto e.e

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  2. ohhhh porque u.u esto es muerte y lo peor que no hay actu del 2013 quiero morir....u.u T.T

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