miércoles, 10 de abril de 2013

Cross Roads - 10


Capitulo 10: La mentira de Tom.


Trisha se desnudo y se tumbo en la cama, Tom se abrió la bragueta y se tumbo sobre ella, la chica rompió un condón y se lo paso, Tom se lo puso, y descubrió asombrado que su erección estaba mas flácida que cuando la había sentido restregarse contra el allá abajo en la calle, no estaba siendo fácil ponerse el condón, joder se le resbalaba de las manos…

— ¿Qué sucede? —pregunto ella abriendo mas sus piernas, dejando su rosado sexo expuesto a Tom, tenia un piercing en su clítoris, eso le parecía erótico si… ¿O no?  ¿Por que de repente sentía que no tenía ganas? Comenzó a asustarse, cuando Trisha le había restregado su caliente cuerpo allá abajo el había reaccionado, obvio, ¿Qué hombre no reaccionaria con una mujer tan caliente ofreciéndose?  Pero ahora que la tenia a su entera disposición de repente solo no sentía ganas, no tenia asco ni nada, tampoco se estaba volviendo gay, por que sabía que le seguía gustando una mujer.

¡Le seguían gustando las mujeres! Tenían que hacerlo… Tom metió dos dedos dentro de la húmeda cavidad para ver si su libido aumentaba, sintió un ramalazo de placer recorrerlo al imaginarse penetrándola, pero el placer desapareció tan rápido como apareció, era como si no pudiera retenerlo en su cuerpo; como arena escapandose de sus manos, se recostó sobre la gimiente chica y lamió sus pezones, manoseo con su mano libre uno de los enormes pechos y disfruto viéndolos rebotar de arriba hacia abajo con el ritmo de las embestidas de sus dedos que ahora estaban empapados, el placer volvió a el con la imagen que observaba, esta vez duro un poco mas pero el cosquilleo en su ingle desaprecio rápidamente y su pene colgaba flácido, joder ¿Y ahora que demonios iba a hacer?

Tocaron a la puerta y la voz de Desmond resonó a través de la madera barata— Trisha, Alexander pregunta por ti, ¿Ya acabaste con Tom…? 

—No, ¡solo lárgate! ¡Bajare después! Estoy ocupada —ella sonrió felinamente, abrazando a Tom por el cuello para besarlo, pero el se aparto rapidamente antes de que ella llegase a tocar sus labios.

—Deberías ir, después de todo yo no voy a pagarte, y tu necesitas el dinero ¿Verdad?, tranquila, podremos hacerlo en otra ocasión, te prometo que te haré ver las estrellas —el le sonrió esperando con todas sus fuerzas que ella se lo creyera, la chica suspiro resignada y se vistió con su escasa ropa.

—No pensé que fueras tan comprensivo Tomi, de verdad necesito el dinero, pero sabes que me gustas ¿Cierto? —ella acaricio su rostro haciendo un sonido como “ras” al pasar sus uñas por la cortísima barba de Tom, el asintió— eres lindo.

—Tu también —ella se marcho y el suspiro aliviado, no sabia como hubiera podido evitar el tema sin parecer un “impotente” ante ella,  joder seria su peor pesadilla hecha realidad, el no era impotente, el era Tom Kaulitz el Dios del sexo, miro discretamente por la ventana que traía una persiana para evitar la luz del día, utilizo sus dedos para separarla y observo, Bill cruzaba la calle hacia un auto azul, Don atendía a un grupo de chicos mas allá, todo normal, Bill… recordó como el chico le había dejado metérsela sin vacilación alguna la noche anterior, joder el agujero de Bill era tan aprieto y rosado, asombrado, Tom no que su polla se hinchaba— joder ¿Por ese maldito teñido si te paras? —le grito furioso, recordar la voz de Bill gimiendo con cada estocada, pidiendo que la metiera mas adentro en su cuerpo, joder Bill era tan caliente, el hecho de haber penetrado ese culo, el antes que nadie, lo excitaba todo referente a Bill lo excitaba.

“No soy gay” pensó desesperadamente en su interior, se alejo de la ventana y fue al baño para ducharse, era un pequeño baño pero estaba limpio al menos, se quito la ropa dejando a la vista su dura polla, mierda, ¡El no era un maldito marica! No se gastaría pensando en el asunto simplemente no le apetecía Trisha y ya, pero Bill… no pudo evitar pensar que le apetecía Bill en ese momento.

Quizás era el morbo de que Bill fuera un hombre y alguien a quien odiaba al mismo tiempo, quizás era como Loren había dicho y solo tenia que dejarse llevar, después de todo podría ser una de esas “etapas de curiosidad” seguramente se le pasaría y todo volvería a la normalidad, entonces el podría acabar con la deuda de vida que lo unía a Bill, solo era una maldita etapa en su vida, se repitió Tom mentalmente.

El agua tibia relajo sus músculos, aun que en ese edificio no duraría mucho así que se apresuro en jabonarse, pero su verga seguía dura rogando por atención, totalmente resignado bajo sus manos y sujeto su miembro, estaba caliente, si, iba a ser rápido… trato de no pensar en nada pero su mente traidora le trajo recuerdos, recuerdos cercanos ya que no habían pasado ni veinticuatro horas desde que se follara a Bill, esos recuerdos eran frescos, el sabor de Bill cuando mordió su cuello, la presión de su cuerpo sobre su verga, sus gemidos.
La voz de Bill no se parecía en nada a la de una chica, podía gemir tan o mas eróticamente que una a pesar del tono ronco y su voz de hombre, eso le gustaba mucho, tampoco le había incomodado en ese entonces y menos ahora que se masturbaba pensando en ese demonio rubio, incluso le gustaba la parte en la que el tomo su polla en su mano para ayudarlo a correrse, la primera vez que tocaba el pene de otro hombre y en realidad había sido como masturbarse a si mismo, y no podía siquiera describir el maldito placer que se sentía cuando Bill tenia un orgasmo y sus paredes se contraían apresando su polla, incluso podría decir que era mejor que el éxtasis o el LSD, Tom gruñó como un animal salvaje, jalo fuertemente dos veces mas y se corrió en su mano, en sus oídos resonaban los gemidos de Bill y el tono de su voz diciendo su nombre al momento del orgasmo, Tom respiro agitadamente, el agua comenzó a enfriarse tal y como lo esperaba, se apresuro en enjuagarse y salio, se vistió y se miro al espejo de cuerpo entero que Trisha tenia en su habitación, el haberse corrido le daba un aspecto de “satisfecho” y su pelo mojado era evidencia de que se había duchado, lo que le daría mas credibilidad a su mentira.

Ni en un jodido millón de años admitiría que no había podido “cumplir con su labor” eso seria matar, asesinar y aniquilar su hombría, el tenia que haber follado como el macho que era, no iba a quedar menos ante los ojos de Don ni mucho menos ante los de Bill, mientras bajaba por las escaleras y escuchaba los gemidos de las putas y sus clientes, escucho una pequeña voz en su cabeza, esa voz decía que quizás estaba haciendo todo eso en “venganza” por el beso que Bill se había dado con ese maricón en sus propias narices, pero eso seria admitir que se había puesto inhumanamente celoso al ver la escena, sin embargo Tom el gangster jamás lo admitiría.

Tal y como el pensó su aspecto fue totalmente efectivo, a Bill solo le basto verlo de reojo y poner una cara… como si hubiera chupado un limón, ¿Acaso estaba celoso? Tom sonrió satisfecho, no había hecho nada con la chica pero aun así saber que Bill sentía celos de el y que no podía hacer nada al respecto era, era una sensación de poder increíble. Bill debía estarse muriendo por dentro pero no podía decir nada, el jamás lo admitirá, tal y como Tom no admitiría lo furioso que se puso al ver el beso.

—Tengo que volver a mi casa, mi madre ya me llamo —dijo Bill en tono totalmente demandante, Tom se volvió hacia el con una sonrisa satisfecha, ¿Así que su manera de desquitarse seria esa? El no iba a jugar esos jueguitos.

— ¿Y a mi que demonios me importa? —Tom saco tres paquetes de marihuana y de paco* y se los paso a Bill de forma brusca— aquí no es cuando tu quieras o decidas, aquí es cuando yo digo “bien puedes irte a casa” pero yo no dije nada de eso ¿Cierto? Así que pon tu desgraciado culo a trabajar, ahora mismo —Tom se alejo en dirección a Don, este le indico a Bill cuanto tenia que cobrar y se sentó al lado de Tom en la moto ambos fumaban cigarrillos.

—Ese idiota… no se como no lo has matado de una buena vez, andar por ahí dictando ordenes como si fuera algo aquí en el guetto, maldito imbécil, ¿Qué clase de tipo no entiende la lección? Quizás necesita que lo golpees mas fuerte y así le cabra en la cabeza quien manda.

—A veces pienso que el jamás se va a dejar domesticar al cien por ciento Don, se que me teme, puedo verlo en sus ojos cuando me acerco a el, pero en vez de asustarse me enfrenta, como un animal salvaje cuando es acorralado, lo hice llorar tantas veces, lo lastime tantas veces, y lo hice rogar tantas veces y aun así sigue desafiándome una y otra vez hasta el cansancio.

—Quizás sea difícil pero no imposible, solo déjamelo una noche y será tan sumiso como un chihuahua, solo ver su rostro me hace sentir un vagabundo a su lado, simplemente lo detesto, caminando como si fuera el rey del mundo, y tratando a los demás a su alrededor como si fueran basura estorbando su paso. Quizás si su rostro no fuera tan lindo dejaría esa pose chulesca —Don acaricio el filo de su cuchillo con hambre asesina, Tom no dijo nada, solo le dio otra calada a su cigarrillo.

—Tom… enserio me tengo que ir —dijo Bill apareciendo frente a ellos con un rostro neutral y una mirada indiferente llevaba su celular en las manos. Don bufo a su lado, moviendo el cuchillo ágilmente entre sus dedos y mirando a Bill como si quisiera lanzárselo en el pecho.

—Me importa una mierda —dijo Tom, pero un auto los distrajo, era un viejo auto que se estaciono frente al de Bill, de el bajaron siete chicos que seguramente habrían estado viajando apretujados en esa carcacha vieja.

— ¿Quién de ustedes es Tom? —dijo uno de ellos acercándose seguido por los demás, Tom metió las manos a los bolsillos tranquilamente sujetando su arma.

— ¿Quién pregunta? —dijo el aludido.

—Nos dijeron que podríamos encontrar buena merca contigo —el sujeto alzo sus manos en un gesto aparentemente desinteresado— así que vinimos a buscarte.

—Oh no me digas, nigga —dijo Don en el mismo tono calmado que Tom— sucede que nosotros no les vendemos a desconocidos, si querías merca primero haberte presentado como es debido —Don se bajo de la moto— después de todo seria incomodo tomarse ciertas confianzas antes de tiempo —Tom también se bajo de la moto de un pequeño salto y se acerco a los sujetos.

— ¿Quién les hablo de mi? —pregunto mirando al que parecía ser el vocero de los demás.

— ¿Eso realmente importa hermano? ¿No es mas importante que estemos aquí para comprar droga? —contesto el sujeto que parecía tener un tic nervioso en sus manos, las movía alrededor de su cinturón barato, enganchando sus dedos en los hilos que se desprendían de su ropa vieja.

—Yo creo que realmente importa, por que necesito saber quien fue el maldito imbécil que les hablo de mí, para darle un mensaje no muy amigable —Tom se encogió de hombros.

— ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo que el nos haya hablado de ti? 

—Por que hay ciertas reglas que respetar, una de ellas y la mas importante es jamás hablar de Tom sin su permiso, simplemente estoy furioso por que algún hijo de puta esta repartiendo mi nombre por la ciudad como si fuera confeti, especialmente sin consultármelo ¿Comprendes ahora “hermano”? —Tom le imprimió todo el asco posible a la última palabra, podrían ser más que el pero no le importaba. 

— ¿Estas rechazando a unos posibles clientes? —pregunto otro de los sujetos.

—Mira la diferencia conmigo y con otra escoria que vende merca es que yo elijo a mis clientes ellos jamás me elijen a mi —Tom sujeto su arma listo para sacarla pero lo que sucedió a continuación lo descoloco, uno de los tipo agarro a Bill bruscamente y lo abrazo por atrás mientras le apoyaban un arma con silenciador en la sien, ahora el “vocero” de los tipos esos parecía regocijarse en su propia salsa.

—Bien bien, parece que ahora las cosas han dado un giro interesante ¿Aun sigues con la misma mentalidad ahora Tom? —el podía ver el pánico en los ojos del rubio teñido al verse apuntado con un arma, pero también podía notar su tenacidad haciendo todo lo posible por soltarse, sin embargo el sujeto que lo sostenía era mas fuerte.

—Mátalo, el no es de importancia —escucho que decía la voz de Don, y tuvo que morderse la lengua para no gritarle que se callara, trato de mantener su cara con la misma expresión mientras sacaba su arma del bolsillo.

— ¿Qué demonios quieres viniendo aquí con armas? ¿No sabes que esta prohibido en mi territorio? —el sujeto agarro a Bill con mas fuerza, este tenia una cara de psicópata, de esos que no le temen a matar y convertirse en asesinos. De pronto aparecieron mas tipos, por suerte era de los que Tom conocía, uno de ellos saco una metralleta, de pronto los siete tipos estaban asustados, Tom sonrió sin ningún humor.

—Creo que no sabes con quien te estas metiendo nigga, si te metes con Tom te metes con nosotros también “brod” —le dijo el sujeto apuntándolo con el arma.

—Bien… nos iremos, pero no olvidaremos esto Tom… —el sujeto hizo una seña y soltaron a Bill mientras volvían a  meterse a su lata de sardinas andante.

—Todo bien ¿Tom? —pregunto el sujeto que les había defendido.

—Normal, gracias por la ayuda —sus clientes siempre lo protegerían no por que lo apreciaban o algo así, lo hacían por la droga.

—Entonces nos retiramos…

Ellos se fueron como llegaron y poco después Don también se fue dejándolos solos.

—Genial, casi me matan ¿Qué sucedió con lo de “no pasara nada” y toda esa mierda? —pregunto Bill molesto.

—Bueno, nada paso, por desgracia sigues vivo, solo supéralo quieres —Tom le indico que abriera su auto y Bill lo hizo, ya dentro del auto se hizo un silencio mientras Bill conducía aparentemente sin rumbo. Tom aun no podía asimilar el pánico que le había entrado al ver a ese rubio en un peligro real, ¿Por qué? ¿Por qué le importaban lo que pudiera pasarle a ese tipo?

Bill condujo hasta la ciudad donde Tom le dijo que se estacionara, Bill lo hizo Tom prendió un cigarrillo y lo fumo suavemente, Bill lo observaba pero el no le devolvió la mirada.

— ¿Así que lo hiciste con ella? —escucho que le preguntaba, le dieron ganas de reír, no sabia por que pero logro contenerse en una sardónica sonrisa.

— ¿Eso que demonios importa?

—Que te pones como un loco por un beso y al momento siguiente te vas a follar con cualquier ramera, simplemente me parece injusto —dijo con su vocecilla autosuficiente, Tom volteo a mirarlo para encontrarse con su castaña mirada, Bill se aparto un mechón del rubio pelo y no dijo nada mas, ¿estaba celoso? Si eso era evidente.

—Eso es por que yo no te debo nada a ti, recuerda que tu me debes algo que al menos para ti es importante, si es que valoras tu penosa vida, no tienes por que recriminarme nada —por un momento creyó ver una mirada de dolor, de autentico dolor en sus ojos pero pronto fue opacada por la rabia que inundaba esas orbes cafés.

—Es solo que me da asco pensar que nosotros follamos y luego follaste con esa, ¿Qué clase de enfermedades tendrá después de haberlo hecho con todo el mundo? 

—Que mas da si nosotros usamos protección, mira, no te pongas sentimental ¿de acuerdo? Esta mierda me cansa, no lo soporto ni siquiera en una chica mucho menos si eres tu quien viene a echarme cosas en cara, tu solo te callas y yo solo te ordeno ¿es eso lo suficientemente claro para ti?

—Claro que no…

—Creo que no entendiste —Tom lo agarro del cuello apretando con fuerza, Bill comenzó a ahogarse y sujeto su mano con ambas suyas y ni aun así pudo zafarse —dije que yo digo lo que se tiene que hacer y tu solo callas, asientes como un perro obediente y obedeces, el día en que entiendas que el mundo no gira a tu alrededor será el día en que piense que de verdad tu vida podrá llegar a valer tan siquiera algo —Tom lo soltó mientras el tosía, sus ojos lagrimeaban debido a la falta de aire, Bill recobro el aliento y lo miro con un gran odio, a veces lo confundía, pues lo miraba con tanto anhelo, y al segundo siguiente solo podía odiarlo, era realmente una mierda pensar en ello y Tom estaba harto de pensar.

 >>—Lárgate —le dijo antes de bajarse del auto y cerrar la puerta con fuerza, Bill era un idiota, pero era uno que poco a poco comenzaba a despertarle sentimientos demasiado complicados como para poder entenderlos, mierda era tan confuso…

Tom camino alejándose mientras escuchaba los neumáticos chirriar al alejarse el auto de Bill, necesitaba hablar con alguien, con la única persona en el mundo que podría explicarle por que estaba volviéndose loco.



Loren observo a Tom sentarse en el sillón negro, y acomodarse cómodamente en el, le había sorprendido el hecho de que Tom buscase ayuda por si mismo hace dos años, pero el… había buscado ayuda de la manera incorrecta y Loren sabía que cometió un error con el cuando trato de ayudarlo al principio.

Lo había tratado, pensando en que Tom llegaría a aceptar que podrían llegar a gustarle los chicos también, no se había dado cuenta que la verdadera intención de Tom era “olvidarlo” todo, las cosas no se solucionaban así, enterrándolas en lo mas profundo de la mente y olvidándose de ellas, Tom tarde o temprano iba a explotar, y Loren esperaba que para ese momento Tom fuera a buscarla para contarle lo que sentía quizás ese era el día.

— ¿Cómo estas Tom?

—Loco, totalmente loco —dijo el de rastas mirando perdidamente al techo, desde que Tom había entrado a su consultorio ella se había dado cuenta del estado de ansiedad y tensión del chico, era envenenante verlo así de confundido, parecía que su misma existencia estaba en duda en esos momentos.

—Los locos nunca admiten su locura, mucho menos la andan gritando como si fuera un hecho, así que no estas loco —trato de bromear ella— solo un poco confundido.

—Loren… yo quise seguir tu consejo.

— ¿Y como te fue con eso? —pregunto la mujer interesada, jamás pensó que Tom le haría caso y que se rendiría ante sus impulsos, el chico era tan jodidamente terco que le sorprendía que Tom se la hubiera tomado enserio esa vez.

—No lo se… bien o mal, yo… mierda, me acosté con el —ella abrió mucho los ojos sorprendida, sabia quien era “el” esa era la manera en la que Tom se refería al “chico” misterioso que lo había acosado en el colegio y le había hecho sexo oral sin su consentimiento, en un principio creyó que trataba con un caso de violación ya que todo acto sexual en contra de la voluntad de una persona era considerada una violación, pero pronto descubrió que ese no era el problema, Tom nunca estuvo horrorizado por la “violación” ósea, nunca estuvo asustado del acto mismo, solo se acobardaba con la idea de que un hombre le había tocado, y que eso le había gustado, la mente “hetero” de Tom no podía digerir eso, simplemente era demasiado para el chico, pero al parecer ahora estaba mas confundido que nunca.

— ¿Y como te sentiste? —pregunto ella acercándose para sentarse en el sillón que estaba cerca del que Tom ocupaba, se sentó mientras el chico explicaba.

—Malditamente bien —Tom se cubrió la cara con el antebrazo, Loren pensó que el chico estaba reviviendo los momentos— el… no dijo nada, solo dejo que lo jodiera. 

— ¿Y por que te sorprende?

— ¿Después de todo lo que le hice? —Loren sabia que Tom había lastimado física y mentalmente al chico en cuestión, sabia que era la manera de Tom de defenderse de los sentimientos que lo atacaban, pero si el otro chico no se había alejado era por que sentía algo por Tom ¿Verdad? A menos que Tom le estuviera ocultando algo— a veces no entiendo por que el sigue volviendo a mi.

—Te has puesto a pensar… ¿Que tal vez ese chico este enamorado de ti? —Tom se puso rígido como una tabla, Loren pudo notarlo apenas las palabras abandonaron su boca, las relaciones físicas eran una cosa totalmente diferente a las sentimentales, si ese chico había dejado que Tom… tuviera sexo con el, era por algo.

— ¿Enamorado? —jadeo Tom bajo su brazo.

— ¿Te horroriza la idea? 

—Si… yo no creo que… “el” me haya hecho todo eso por amor, mierda, me creo un maldito trauma cuando me hizo eso en contra de mi voluntad, ¿Quién le hace algo tan horrible a alguien que ama? —Loren entendía el punto de vista de Tom, de verdad que si, pero quería que Tom entendiera el punto de vista del chico misterioso, se pregunto si algún día se enteraría de la identidad del joven, le gustaría poder conocerlo y hablar con el. Pues sabia que ese chico también estaba afectado por esa situación.

—Tienes que pensar en la posibilidad de que el lo haya hecho por que no sabia de que otra manera de acercarse a ti, si mas no recuerdo me dijiste que lo mandaste a volar ni bien se acerco a hablarte, podría ser que sucumbió ante la frustración, y esta le gano al final —Tom se acomodo mejor sin descubrirse la cara, parecía que el chico no podía encontrar su comodidad por mas que lo intentara, Loren suspiro internamente, Tom era frágil aun que no lo demostrara, algo había pasado en la infancia del chico que lo había cambiado un tanto, y cuando “el chico misterioso” le hizo a Tom sexo oral en contra de su voluntad, detono algo dentro de el, Loren no era tonta, sabia que Tom andaba metido en algunos problemas desde hace dos años, a veces solía verlo por zonas muy incorrectas para su status social, ella como psicóloga tenia visitas a las comunidades mas pobres para hablar con algunos niños que habían sufrido de traumas recientes, solo había visto a Tom por ahí una vez, y el de rastas no estaba haciendo nada malo, además de caminar apresuradamente, así que no le tomo importancia, pero… ¿Por qué Tom iría a un sitio con el cual no tiene nada que ver? Jamás creyó verlo en los barrios bajos, después de todo Tom vivía en una de las zonas mas residenciales del lugar, rodeado de tantos lujos uno pensaría que alguien como Tom odiaría los lugares como las villas mas pobres.

—Eso fue por que ya sabia como el era en realidad, siempre fue la maldita estrella del colegio, siempre vistiéndose con esa ropa ajustada y llamativa, ¿Y que demonios con su pelo? En ese entonces era negro y totalmente erizado como si el jodido hubiera metido el dedo en algún tomacorriente, el siempre fue una persona acostumbrada a salirse con la suya, cuando alguien le daba la contra acababa muy mal en el colegio, humillaba a los demás solo para su satisfacción.

— ¿Qué sucedía?—pregunto Loren, estaba contenta de que Tom al fin se abriera para hablar del chico misterioso por su propia cuenta sin que ella le presionara.

—Una vez una de las porristas le grito a ese chico, no se por que se pelearon, pero a la hora del almuerzo todo el mundo sabia que iba a pasar algo, como yo era nuevo en ese sitio no estaba muy seguro de que era exactamente lo que era, ese día “el” tomo su venganza, le hecho una malteada en la cara a la chica y la humillo delante de todos, asombrosamente nadie hizo nada, cuando averigüe mas sobre el tema supe que le tenían miedo y por eso nadie se enfrentaba a el y cuando decidía hacerle la ley del hielo a alguien los demás solo obedecían, desde aquella ocasión lo odie, siempre he odiado a las personas que hacen sufrir a los demás solo por su propia diversión y yo… me estoy convirtiendo justamente en eso —Tom al fin le revelo su preocupación, el la iba a tener difícil al reconocer sus verdaderos sentimientos, pero quizás ahora estuviera un paso mas cerca.

— ¿Y ese chico sigue teniendo ese carácter?

—Si, el mismo, solo que ahora me tiene miedo y conmigo el es diferente, el es mas humano, pero después vuelve a ser la misma mierda que era antes y es una decepción… aun que creo que no tiene sentido —Tom se sentó como dispuesto a irse, pero Loren no iba a dejarlo ir tan fácil.

—Espera, ¿Contigo es diferente a como es con otras personas? —Tom se vio confuso.

—A veces si, a veces vuelve a ser el, no lo se, parece como si el tuviera muchas personalidades dentro de su cabeza, es confuso, a veces hasta pienso que me agrada, pero luego el hace o dice algo que me recuerda lo cabrón que en realidad es y vuelvo a odiarlo de nuevo.

— ¿Y se puede saber por que el y tu pasan tanto tiempo juntos? —Tom se quedo estático en su lugar, Loren supo que no iba a sonsacarle nada cuando el negó con la cabeza suavemente.

—Loren yo no me atrevo a contarte muchas cosas, lo siento.

—Esta bien Tom, te entiendo y no te voy a obligar, ¿De acuerdo? Recuerda que lo único que quiero es ayudarte, Tom, estoy muy orgullosa y agradecida de que hayas escuchado mis consejos, me gustaría darte otro —Tom asintió— trata de pensar un poco como si estuvieras en su situación, me refiero al chico misterioso, trata de ponerte en sus zapatos.

— ¿Qué? Imposible, somos demasiado diferentes como para tratar de imaginarme lo que siente, nunca se lo que siente, solo me gusta joderlo… ¡No me refiero al sexo! Me refiero a que me gusta fastidiarle la vida, no me preocupo mucho de lo que siente, después de todo el tampoco se preocupo en lo absoluto de lo que yo sentía he hizo lo que le dio la gana conmigo —Tom se puso de pie, molesto, Loren también, ella nunca iba a dejar que Tom se largara de su consultorio en un estado de animo negativo, eso crearía un recuerdo para Tom y este comenzaría a distanciarse de ella.

— Tom, te estas comportando como un tonto, ¿Acaso el no te pidió perdón por sus acciones del pasado?

—Si lo hizo… pero esto no puede solucionarse con un simple perdón Loren.

— ¿Por qué no? ¿Por que no olvidas la venganza y encuentras el perdón dentro de ti?, serás mas libre cuando lo hagas, deja de cargar con ese peso Tom, a el también le pesa igual, ¿Por qué no le preguntas?

— ¿El que?

—El por que te hizo eso, tú no lo sabes ¿Verdad? Pues pregúntaselo directamente ¿O le temes a la respuesta que el pueda darte? —Tom se estremeció.

—Yo no tengo miedo, mucho menos de lo que el pueda decirme, la razón por la que me amarro a una cama y me hizo “eso” no cambiaria en nada lo que siento…

—Bien, pues si saber el por que no cambiara en nada la situación solo pregúntaselo y ya, que mas da si de todas formas seguirá igual ¿Cierto? —Loren se aplaudió por ser tan lista, Tom estaba tratando de negarse y ella no le dejaba el camino libre, el tendría que acceder si o si.

 —De acuerdo, le preguntare, ¿ahora puedo irme?

—Tom, ¿Nunca lo vas a perdonar? Quiero decir, aun cuando dejaras de verlo y hicieran sus vidas uno lejos del otro, ¿Seguirías sin otorgarle el perdón? —Tom no dijo nada, pero Loren vio como su mirada se suavizo al instante, era casi piadosa, como si Tom estuviera recordando un momento muy difícil pero a la vez muy importante de su vida, quizás…— olvídalo, no me contestes, solo quiero verte feliz, te quiero mucho Tom, eres como un amigo para mi —Tom se relajo y le dio un breve abrazo antes de irse

¿Y si el chico misterioso había cambiado por completo la vida de Tom? ¿Podria ser posible?

*Paco= Pasta base de la cocaína.







5 comentarios:

  1. Amu lo leí por aquí :DDD también te deje mensaje en FB pero la verdad se disfruta mucho mas aquí! gracias por escribir esta historia, simplemente eres increíble n_n

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    1. awww muchisimas gracias Murci tu me ayudaste muchooo ya llegará el capitulo en el que... bueno xDDDD ya sabes, gracias linda! te aprecio mucho.

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  2. ohhh dioosss escribes uff imcreibla...lo perdonara Tom???? Ya quiero ver!!!!! JEjejejejejej sigue no te comente pq recien lei tu historia por primera vez sube pronto promise te comentare todos desde ahora!!!

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    1. muchas gracias niina Es genial que alguien nuevo se haya animado a leerla, xD son las 5:49 de la mañana y yo aqui editando el capitulo 11 xD jeje tratare de colgarlo pronto.

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  3. He hecho una maratón Amudiel y casi que no paro hahah
    hoy acabe de leer Twist of fate y me he encontrado con esta joya de Cross Roads!!!! me tienes a punto de infarto emocional con la genialidad de esta historia!!
    me encantan los personajes y sufro con Bill y con Tom!! cada uno tiene sus demonios por vencer y muero por saber que se les viene próximamente.

    En otros temas casi lloro cuando comentaste en FB en uno de los caps de CR que vas continuar Twist of fate ;u; estaré muy pendiente y si es preciso me vuelvo a leer las tres temporadas!!!
    te envió un saludo y nada muchas gracias por compartirnos esta historia me has hecho adicta una vez mas!!!

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